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“Estoy inmensamente agradecido porque despertó la gente y acompañó esta humilde idea”, dijo ayer a nuestro diario el arquitecto Juan Francisco Resquín (63). Se trata del propietario del restaurante “Un Toro y Siete Vacas”, quien inició la campaña de prohibición de ingreso a locales comerciales a los 23 senadores que el miércoles 14 de noviembre rechazaron el desafuero del senador Víctor Bogado, finalmente desaforado ayer por la Cámara Alta.
Con el desafuero del senador Bogado logrado ayer “creo que ellos, los legisladores van a pensar dos veces algo no adecuado a las normas”, reflexionó el arquitecto.
Al preguntársele si cómo le surgió la idea para iniciar la campaña, Resquín dijo haber sentido una “enorme rabia e indignación” después de enterarse de que 23 senadores decidieron salvar a Víctor Bogado de la justicia.
“Pensé: si nadie hace nada, entonces yo no permitiré que esos tipos entren a mi casa”, relató el arquitecto que aseguró ser un “parrillero” de verdad. “Fui a casa, preparé el cartel prohibiendo que los 23 no ingresen a mi restaurante, le mostré a uno de mis hijos y él se encargó de divulgarlo por las redes sociales” de internet, agregó.
Dijo que no haber pensado sobre la repercusión y el éxito de la idea que se propagó, multiplicó y aplicó como una novedosa sanción moral en centenares de negocios de todo tipo.
“Yo hice un pequeño aporte, fue a título personal y creo que la ciudadanía despertó”, añadió al reiterar estar “inmensamente agradecido a esa ciudadanía y a Dios por haberme dado esas fuerzas”.
“Decidí prohibir el acceso a los 23 por aquella decisión y ahora debo levantar el cartel”, dijo al señalar haberse logrado el desafuero de Bogado. “Ahora, ya no puedo hacerme responsable de los escraches que puedan sufrir”, algunos de los 23 senadores, por parte de comensales o clientes de la casa, advirtió el arquitecto.
Cuando se le consultó si pensó que su decisión podría acarrearle negativos efectos económicos o represalias, el propietario del local que encabezó el singular escrache dijo haber estado “bien consciente” a lo que se exponía.
“Sabía que podría tener pérdidas económicas, pero no me importó porque estaba harto” de lo que hacían los legisladores, indicó. “Alguien debía hacer algo”, expresó.
Dijo haber tenido sincera lástima por varios legisladores escrachados, muchos de ellos “clientes míos”. Sostuvo que el desborde de la corrupción y la prepotencia de las autoridades legislativas hizo reaccionar a la ciudadanía.
Historia
Sobre el curioso nombre de su local, relató que la denominación tiene un origen histórico. “Se debe al primer toro y las siete primeras vacas que llegaron a Asunción desde España”, indicó. “ Tras ser cuidados y reproducidos, los ganados eran enviados a las demás ciudades de la cuenca del Río de la Plata”, con lo que enfatizó que Asunción es madre de ciudades.
“Hay que trabajar y ganar la plata”
“No soy político, ni ganadero, vivo de mi profesión de arquitecto y de este restaurant que tenemos con mi señora hace siete años”, expresó en otro momento el dueño del restaurant ubicado en Villa Morra, en la esquina de las calles Malutín y Lillo.
Tras señalar haber sido mencionado como “izquierdista” o que el restaurant pertenece a un político, Resquín afirmó ser un “ciudadano trabajador” que busca ganar dinero en forma lícita. “No tengo nada de izquierdista porque me gusta trabajar y ganar plata”, remarcó.