Dicen que la verdad llega tarde, pero llega. Tal parece ocurrir con aquel caso que tanto se debatió en 1999 con la famosa consulta hecha por el Tribunal Superior de Justicia Electoral a la Corte Suprema de Justicia sobre la convocatoria que se debió hacer ante la doble acefalía en el Poder Ejecutivo, ante la muerte del vicepresidente Luis María Argaña y la renuncia del presidente Raúl Cubas. La Corte dijo entonces alegremente, rompiendo toda regla democrática de elegir a las autoridades, que Luis González Macchi debía completar el periodo constitucional 1998-2003 y solo se debía elegir al sucesor de Argaña.

El mismo titular del TSJE, Ramírez Zambonini, dice ahora que la CSJ no es un órgano consultivo, en relación con el anuncio que está haciendo el presidente Nicanor Duarte Frutos sobre si puede ejercer la presidencia de la ANR y de la República en forma simultánea. Si en aquel año fue, ¿por qué ahora no?

Para Carlos Mojoli, uno de los que en aquel año integraban el TSJE, suspendido junto a Expedito Rojas el 23 de marzo de 1999, "todo lo que pasó fue una gran farsa, envuelta en difamación política y una persecución cruel a mucha gente", refirió.

Por eso, considera que la declaración de Ramírez Zambonini tiene su importancia, "aunque llega muy tarde, porque confirma que nuestra suspensión fue arbitraria".

Dice, además, que los ministros de la Corte de entonces fueron personas intelectualmente deshonestas que no solo se arrogaron la función consultiva, sino también respondieron sobre algo que no se les preguntó.

Lo peor, conforme a sus expresiones, es que todo se hizo en nombre de la institucionalidad, una falacia, ya que la justicia quedó sometida a la conveniencia personal de los poderosos de turno.

A cambio, especificó, aquellos que se aprovecharon de la farsa les dieron a los ministros, tanto a los de la CSJ como a los del TSJE, la inamovilidad, incluso por adelantado en el caso de Ramírez Zambonini. "Fue una negociación -remarcó-, una especie de doy para que me des; es trágica la falta de consistencia moral de esta gente", añadió.

Mojoli y Rojas, además de ser suspendidos en sus funciones, fueron procesados como sospechosos de autores morales del magnicidio. Ambos fueron sobreseídos.