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El tema judicial “es siempre la moneda de cambio, y lo que es normal entre los partidos tradicionales, en particular la ANR y también el PLRA, tiene un control muy grande sobre el aparato judicial, y así como te imputan, ellos mismos pueden dar el sobreseimiento, y eso para que vos acuerdes con ellos en las esferas políticas”, dijo Soares sobre un posible “pacto de impunidad”.
Empero consideró que las diversas acusaciones contra Filizzola, Esperanza Martínez y Fernando Lugo, no es una “persecución” contra ellos, pese a que la izquierda siempre es “perseguida”. Agregó que las imputaciones “también le debilitan al Frente Guasu para la negociación y le da una ventaja al Partido Colorado a la hora de negociar, porque la ANR le puede plantear a ellos, ‘mirá no te voy a dar la presidencia del Senado, no te voy a dar esto, pero te puedo conseguir que tu caso judicial se liquide y no desaforarte’, ese es un sistema también de negociación”, indicó el dirigente, quien también está siendo investigado por la justicia.
Agregó que esta estrategia no se aplicaría solo al Frente Guasu, sino también con el Partido Democrático Progresista (PDP). “Yo por ejemplo no escucho hace varias semanas, desde que salió este proceso, a la diputada Desirée Masi o a Arnaldo Giuzzio, porque seguramente se habrán acercado a plantearle, ‘miren, ahora Rafael Filizzola (otro de los imputados) no tiene ni siquiera fueros, entonces bajen el perfil, acordemos aquí y allá, y lo de Rafael se puede solucionar, pero le tienen con la espada de Damocles colgando por todo lo que dure el proceso judicial’”, dijo Soares y agregó que si no “te pasa lo que me pasó a mí, seguís procesado eternamente”, pese a que se lo acusa de que sus casos pendientes se dilatan por “chicanas” de sus abogados.
Sobre las negociaciones en el Parlamento dijo que “hay algunos colorados que plantean que la presidencia de la Cámara Baja sea para un colorado, la vicepresidencia para un liberal, y la vicepresidencia segunda para Avanza País, eso plantearon informalmente”, mientras que en el Senado es “más complicado” y tiende a darse una “multibancada” con colorados, liberales, oviedistas, luguistas y Avanza País y no con un solo sector.