Cambio no se da a balazos, afirman

CARAGUATAY, Dpto. de la Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El obispo de Caacupé y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), monseñor Claudio Giménez, lamentó el asesinato de los peones Nery Javier Peralta y Joel Brizuela, por parte del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y sostuvo que “las diferencias no pueden ser arregladas ni a balazos, ni a platazo, como sostienen algunos planes de Gobierno de la extrema izquierda.

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“Eso no puede resultar en un país que quiere ser libre y democrático”, acotó monseñor Giménez durante la misa dedicada a la Virgen de las Mercedes, patrona de Caraguatay.

En ese sentido, exhortó a los presentes a elevar una oración para que se solucione definitivamente la violencia desatada en el norte del país, que nuevamente tuvo como víctimas fatales a dos trabajadores inocentes.

En declaraciones a la prensa, monseñor Giménez señaló que es necesario llegar a un acuerdo nacional y una gran reconciliación entre todos los paraguayos, de acuerdo a las realidades en que vivimos actualmente.

Sostuvo que hay muchas cosas que se deben cambiar, pero las diferencias no pueden ser arregladas “ni a balazos ni a platazo”.

“Eso no puede resultar en un país que quiere ser libre y democrático. Teniendo en cuenta que con la violencia y la prepotencia no se puede exigir cambios, que necesariamente requieren de un proceso de diálogo”, dijo.

El prelado lamentó que sigan muriendo gente trabajadora que lo único que quiere es conseguir el pan de cada día para sus familias ante la falta de humanidad de los líderes violentos.

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