Cargando...
El proceso a Bogado por estafa y cobro indebido de honorarios, conocido como el caso de la “niñera de oro”, está paralizado desde fines de abril pasado, cuando el juez Delgado decidió apartarse del caso, ante la incorporación a la defensa de tres abogados entre ellos José Ignacio González Macchi, de quien el magistrado se inhibe por amistad.
Esta decisión fue impugnada por su colega Gricelda Caballero, por considerar que Delgado tiene potestad de cancelar la personería del letrado, pues su intervención es posterior a la aceptación del caso por el juzgado.
Esta cuestión fue elevada al Tribunal de Apelación pero en julio pasado, minutos antes de que quede firme la integración del colegiado que debía resolver cuál de los jueces debe quedar con el caso, el camarista Mayor Martínez fue recusado por el representante legal de Pérez, el abogado Gabriel Chase.
Llamativamente, Pérez no recusó a la integrante cuyo ingreso a la sala se le notificó, Mirtha González, sino al doctor Mayor Martínez, cuya integración ya se encontraba firme por ser anterior a la de la entonces flamante miembro de la sala. Chase argumentó que en su época de juez penal de garantías Mayor Martínez compartió largas jornadas de trabajo con Delgado, lo cual podría afectar su imparcialidad.
Ante tal situación, la Cámara elevó la recusación a la Corte Suprema de Justicia para su estudio, el cual fue declarado inoficioso pues la máxima instancia ha determinado con anterioridad que son los demás miembros de la sala los que deben resolver la recusación.
“Tenemos que las causas señaladas son evidentemente inexistentes e infundadas, razón que denotan manifiestamente intención dilatoria y un acto abusivo del derecho (...)”, sostuvo Mayor Martínez en su informe.
Ayer, los camaristas Cristóbal Sánchez y Mirtha González de Caballero rechazaron la recusación, tras argumentar que los motivos esgrimidos por la defensa no constituyen causal de inhibición porque el juez no es parte en el proceso.
La acusación revela que, con la complicidad de Bogado, la “niñera” de sus hijas Gabriela Quintana cobraba salario como funcionaria de Diputados y de la Itaipú.