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Sostuvo que Stroessner y el stronismo deben ser analizados con seriedad y que no se los podía tomar individualmente, "sin ubicarnos en el tiempo y espacio". Sostuvo que Stroessner (en ningún momento de su discurso lo calificó de dictador) no fue una aparición casual o coyuntural, sino que "respondió al marco geopolítico de la época". Señaló que no solo fue en Paraguay, sino en el Cono Sur, en Latinoamérica y que era "Washington dirigiendo la política en Paraguay y en gran parte del globo terráqueo".
Al calificar de "actitud cristiana y ciudadana" el homenaje de la Junta de Gobierno de la ANR, señaló que en la reunión del miércoles se encontraba gente que había formado parte de la estructura de poder del stronismo y quienes tomaron posiciones diferentes. "¿Los acertados son los unos o los otros?", se preguntó Galaverna y respondió que la ciudadanía es la que juzga y que "no es el momento para dilucidar esta cuestión".
Indicó también que él siempre ha procurado no ser "anti-Stroessner", sino "pro libertad, pro democracia, pro vida".
Sostuvo luego que, si en sesión de la Cámara de Senadores un colega pidiese un minuto de silencio en memoria de Stroessner o de cualquier otro ser humano fallecido, él se levantaría respetuosamente y se adheriría al pedido.
Sostuvo que la actitud de los miembros de la Junta no fue de sumisión o de obsecuencia, sino cristiana y de respeto. Dijo que en su actividad política procuraba actuar "como cóndor, no como cuervo".