"Quiero que resaltes el nombre del suboficial Agustín Ríos, que estuvo con su motito en el fondo de San Pedro, buscando y revolviendo todo. Además, el subcomisario Resquín y el comisario Cabral que me dieron todo su apoyo", dice de entrada la fiscala Sandra Quiñónez, quien terminó encontrando a Cecilia y quien por culpa de intrigas fue apartada del caso hace un par de meses.

-¿Cómo llegaron hasta esa casa?

-A través de un informante. Dijo que había una casa en Ñemby, no nos dio una dirección, pero dio ciertas indicaciones; entonces estos mismos policías empezaron a buscar en la zona. Buscaron, buscaron intensamente porque sabíamos la zona, pero ni idea dónde estaba. Nos dijeron que ahí vivía Magna Meza (hermana de Aldo Meza, capturado junto con Carmen Villalba y Alcides Oviedo), la que aparece en el video del ensayo del secuestro, sentada, manejando supuestamente un vehículo.


QUERIAN MIRAR EL PISO DE LA CASA

"¿Pero sabés cuál fue el origen de nuestra ida hasta esa casa?", dice la fiscala Quiñónez. "Mirar bien el piso, el color, a ver si allí no se hizo el video. Yo estaba obsesionada con el video. Me mostraron la casa y yo les dije: ‘Esta es la casa del video’, y el suboficial Ríos me pidió dos o tres días para ver si no llegaba Magna Meza con Cristaldo Mieres y Carlos Espínola para así agarrarles. No pasó nada y nos fuimos para allanar. El viernes pasado, hasta la noche, estuvimos tomando declaraciones a testigos claves que contaron hasta cómo era la casa por dentro, vieron y reconocieron fotos; entre ellas, al hermano de Carmen Villalba. Trabajamos hasta las 9 de la noche. El martes que pasó los policías hicieron su investigación a fondo, esperando, investigando. De paso mostraban fotos a los vecinos y cada vez se iba confirmando más. Como pensamos que no iban a venir más los delincuentes, entonces decidimos entrar.


LAMINAS DE MADERA TAPUJABAN LAS VENTANAS

-¿Cómo fue el inicio del allanamiento?

-Nos fuimos Ríos, Resquín, mis dos asistentes, otro suboficial de policía y yo, entre ocho personas, porque se juntaron dos personas más. Nos fuimos y rompimos la puerta de entrada. Entramos y ya vi la ventana sellada con tres láminas de madera, lo que ya nos habían contado los testigos. Autoricé para que rompan y después ya vimos la piecita donde tenían a Cecilia; había pedazos de hule negro. Después vimos que el piso de la pieza donde estaba el túnel no coincidía; después me dijeron que había chalecos, bombas.

Cuando encontramos el túnel lo primero que pensé es que estaba lleno de armas. Para patear la puerta donde tuvieron a Cecilia fue muy duro. Tenía tres tipos de candados con cadenas muy gruesas; es la puerta de la piecita donde le tuvieron a Ceci.

-¿Es la pieza del túnel o la del cuarto donde se sospecha que la tuvieron?

-Donde sospechamos que la tuvieron. Conseguimos entrar y vimos los hules negros. Después ya viene Hilario Ortiz, de Criminalística, y me cuenta que encontraron la lecherada. Ahí se empezó a cavar y a mover. Me dijeron que era un sótano y ahí empezamos a quitar los equipos de gimnasio.

-¿Ahí ya pensó que podía ser Cecilia?

-No. Creía que eran armas; no pensé que Ceci estaba allí. Supe que era ella cuando encontré una de sus ropitas interiores.

Hay olor, decíamos, pero después nos justificábamos diciendo que era la tierra húmeda. Nosotros seguíamos cavando, encontramos el túnel y yo pensé que eso podría estar lleno de armas. Le llamé al fiscal general y le informé que había un sótano y un túnel, y que también había algo de olor, lo que ya le asustó a él. Le avisé al ministro del Interior, Nelson Mora, quien envió el cuerpo de bomberos de la Policía, mientras el Dr. Latorre vino llegando con los bomberos voluntarios.


"PARECE QUE ES NUESTRA CECILIA"

-¿A qué hora usted se dio cuenta de que aquello no eran simplemente armas?

-Yo entré como a las 10 y media de la mañana a esa casa. La certeza empecé a tener cerca de las 4 ó 5 de la tarde. El olor era cada vez más fuerte y los bomberos salían ya a cada rato a tomar leche porque no se aguantaba.

-¿En qué momento encuentran esa ropa interior?

-Entre las 6 y las 7 de la tarde.

-¿Qué hizo allí?

-Le dije al Dr. Latorre que era de Cecilia. Antes de eso me pasó por la cabeza que fuera doña Gilda Estela, y el Dr. Latorre me dijo que no sea ingenua, que no me tratara de engañar a mí misma. Como una bioquímica no se quiso bajar, se ofreció Javier Cazal, que muchos lo cuestionan y tendrá sus defectos, pero trabajó muchísimo. El mismo se bajó y me dijo: ‘Muy fuerte ya es el olor; acá hay una bikini, negra’. Después ya me dijo que era una mano de mujer... pelos rubios. "Parece que es nuestra Cecilia", me dijo. Ya después vino el doctor Bellasai y allí ya se le llamó al Presidente. El resto ya se sabe, todo fue frente a ustedes", finalizó la fiscala Sandra Quiñónez.

LOS PEORES MOMENTOS DEL ALLANAMIENTO

-¿Cuál fue uno de los peores momentos?

-Cuando llegó la mamá de Cecilia, doña Mirta, y se prendió a mí y me dijo: ‘‘Decime que no es mi hija, decime Sandra, vos me dijiste que me ibas a devolver a Cecilia, vos te callás, no sabés mentir’’. El presidente Nicanor le miró a esa mamá y después ya se puso a llorar, se arrinconó, se sacó su saco y se puso a llorar en una esquina de la casa. El ingeniero Cubas se prendió a la reja de una ventana que daba al sótano, doña Mirta se sentó y se abrazaba con Ana; Silvia, la hija menor, estaba con su esposo, y yo le apoyé al ingeniero. Lo más importante que me dijeron fue lo que me dijo doña Mirta: ‘‘Me diste un lugar donde ponerle una flor a mi hija’’.

-¿Hubo un momento más duro?

-Sí, cuando el Dr. Latorre me llamó porque había que extraer ya el cadáver y enviarlo a la morgue. Tuve que estar presente, y allí estuvimos presentes el fiscal general, el ministro del Interior Nelson Mora, el presidente del Senado Carrizosa y yo. Me muestran el cuerpo... y ese fue un momento terrible.

-¿Cecilia murió dentro o fuera de ese túnel?

-Eso es lo que no sabemos todavía. Salir de ese pozo es imposible; si la tiraron viva tuvo que morir enseguida; profundo es el túnel. Son animales, criminales...

‘‘CECI HIZO JUSTICIA CONMIGO’’

A la fiscala Sandra Quiñónez la intrigaron en el caso Cecilia y lograron que el fiscal general del Estado, Oscar Germán Latorre, la apartara del caso. Sin embargo, fue quien terminó hallando el cadáver de Cecilia buscando más evidencias para su caso, vinculado a Carmen Villalba, Alcides Oviedo y Aldo Meza. -¿Quiénes la intrigaron?
-No quiero dar nombres porque yo soy un poroto al lado de ellos. Ceci hizo justicia conmigo. Mi satisfacción fue que Mirta Gusinky me haya pedido que yo esté a su lado, junto con Raúl Cubas, al lado del cajón de Ceci.

La fiscala está convencida de que el grupo de Patria Libre tuvo una pelea interna, y el grupo que quedó con el caso Cecilia fue el grupo más ‘‘burdo’’, menos preparado.

Este grupo también estuvo inicialmente dirigido por los más preparados, pero después se pelearon y allí quedaron solamente en manos de Osmar Martínez.