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La secretaria de Estado expresó su polémica preocupación luego de entrevistarse con el vicepresidente de la República, Óscar Denis. El encuentro se llevó a cabo para debatir el alcance de una ley de seguridad fronteriza aprobada por la Cámara de Diputados saliente.
García recalcó que, en las fronteras con el Brasil, el significativo número de ciudadanos denominados “brasiguayos” hace que la lengua portuguesa sea la más utilizada en los medios de comunicación e incluso entre los niños.
Recordó que, según Félix de Azara, todos somos iguales en el Paraguay y por ello debe mantenerse esa igualdad cuidando nuestra identidad cultural
“¿Cómo se la cuida?, cantando el Himno, izando la bandera, enseñando a hablar en español y guaraní, y respetando nuestra historia y todas las normativas legales vigentes en la nación”, dijo al dar a entender que estas prácticas no se realizan en las escuelas fronterizas.
Seguidamente expresó que “algo debe estar fallando” en el sistema educativo para que esto siga ocurriendo.
Se jacta de relevamiento
En otro momento, la funcionaria se jactó del relevamiento de datos realizado en las fronteras durante su gestión y la del viceministro de Defensa Luis Alberto Galeano Perrone.
Afirmó que en todo el gobierno de Fernando Lugo el relevamiento llegó solo a los 220.000 km mientras que durante la gestión de Federico Franco se logró cubrir 480.000 km.
Subrayó que el Chaco se encuentra casi al 100% cubierto y que el gobierno entrante deberá encargarse de la Región Oriental.
Pide rechazar ley
García solicitó al vicepresidente Denis que el Ejecutivo objete la modificación de las leyes de seguridad fronteriza aprobada en la última sesión de la Cámara de Diputados saliente. Sostuvo que el poder central no puede delegar la seguridad nacional fronteriza a las municipalidades, tal como se plantea.
Subrayó que este proyecto, tras ser rechazado en Senadores, fue presentado por Sebastián Acha en la Cámara Baja.
Franco dio garantías
Las declaraciones de García contradicen la política del presidente Federico Franco, quien durante la suspensión del Paraguay del Mercosur dio tranquilidad y buscó el acercamiento a los más de 350.000 “brasiguayos” radicados en el país para repudiar las declaraciones del asesor de Dilma Rousseff, Marco Aurelio García.