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El legislador liberal Dionisio Amarilla, cuya investigación penal solicitó la Coordinadora de Abogados del Paraguay (COAPY), logró amasar una interesante fortuna desempeñándose como funcionario público.
El legislador, según los registros del Sistema Nacional de Recursos Humanos (Sinarh), entre los años 2002 y 2015 obtuvo un ingreso de G. 1.315 millones. Hasta el 2012 ocupó el cargo de administrador de la Universidad Nacional con el hoy imputado Froilán Peralta.
En el 2013, fue electo diputado por Central, y considerando que cada legislador tiene un ingreso promedio de G. 25 millones, en los últimos cinco años sumó G. 1.500.000.000.
Cuando se le cuestionó sus bienes en una oportunidad, dijo que con su esposa, Analy Valiente, tienen buenos ingresos, cercano a los G. 50 millones mensuales, y no tienen hijos.
Según el Sinarh, Valiente, desde el 2006 cobraba sueldo de docente en la UNA sin serlo. Tenía un salario de G. 3.112.600. En el 2016, tras el escándalo de los planilleros fue comisionada a Contraloría, donde posteriormente fue nombrada.
En todos estos años, la mujer sumó un ingreso de G. 964.090.912. El salario más alto, de G. 12.000.000 comenzó a cobrar en esta última institución donde logró escalar rápidamente gracias a los contactos de su esposo.
Los bienes que posee la pareja, sin embargo, no condicen con sus ingresos. Una coqueta residencia, vehículos de alta gama, una envidiable casa quinta en plena zona urbana de Ñemby de una dimensión aproximada de 4 hectáreas, forman parte de algunos de sus bienes.
Al legislador se lo vincula con una empresa constructora BGF SA, que en los últimos cinco años logró contratos por unos 122.000 millones de guaraníes con la Gobernación de Ñeembucú, a cargo de Carlos Silva, correligionario y amigo de Amarilla.
En diciembre del 2017, una organización no gubernamental reveló que Amarilla fue el candidato que más dinero gastó en campaña publicitaria. En un solo mes invirtió G. 1.800 millones, según el informe.