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Pocas dudas caben en esta disputa por las nueve barcazas entre la naviera argentina Samuel Gutnisky y la firma local Naveradi, de los hermanos Ramírez Dittrich, y su socio comercial Rubén Darío Báez Pereira, de San Cayetano, de que las embarcaciones no se fabricaron en el país y la complicidad de la Prefectura General Naval, donde se produjeron los documentos.
En el seguimiento de la pista de la supuesta construcción en astilleros locales, contactamos con personas de la construcción naval que nos aseguraron haber presenciado los trabajos de cortes parciales, realizados preferentemente en las brazolas, soldadoras y pinturas parciales de las barcazas en el puerto, y en cercanías, de la calera El Norteño, ubicada en San Antonio, propiedad de Raúl Klein.
Inclusive, contactamos con un obrero que reconoció haber trabajado en el retoque de los lanchones en el primer semestre de 2010. Pero la fuente que más aportó datos, finalmente, fue de la misma calería.
Conforme a esta, los trabajos fueron ingentes, con una cantidad aproximada de 20 obreros que trabajaron con cortadoras eléctricas y sopletes. Los que contrataron para el trabajo fueron los Ramírez Dittrich y Báez Pereira, según esta fuente.
Al cortarse las brazolas, que son el borde de las bodegas de las barcazas, que tenían más de un metro de altura y fueron reducidas en alrededor de 60 centímetros, generó una gran cantidad de chapas, que fueron transportadas en camiones, conforme a nuestra fuente de El Norteño.
Las barcazas tienen 60 metros de largo, 12 metros de ancho y 3,50 metros de altura.
La misma fuente aseguró que Klein supuestamente fue engañado porque él prestó el puerto de su calería sin saber que las modificaciones a las barcazas eran para presentarlas como nuevas y hechas en el Paraguay.
Debemos agregar a esto que al principio del seguimiento, cuando visitamos la calería en San Antonio, uno de los directivos reconoció haber prestado años atrás sus instalaciones a los Ramírez Dittrich para llevar allí barcazas a fin de algunos trabajos. La persona se negó a hacer mayores comentarios con el argumento de que no quería meterse en el problema de las barcazas.
Pidieron citar a Klein
Ya en la denuncia penal presentada el 27 de marzo pasado por Óscar Rigoberto Branda Acevedo y una ampliatoria presentada el 19 de agosto último por Marcelo Fabián Landa, estos dicen haber tenido conocimiento de que las barcazas fueron maquilladas en la calera El Norteño. En la ampliatoria de Landa se pide a la justicia llamar a Klein para una declaración informativa, algo que los fiscales intervinientes no hicieron.
Los citados denunciantes hablaron de que las embarcaciones presumiblemente eran de bandera argentina, la mayoría registrada en la Dirección General de Marina Mercante a nombre de la agencia Soparna, subsidiaria de Samuel Gutnisky en nuestro país. Según pudimos averiguar, Branda y Landa fueron alentados a presentar denuncia por personas vinculadas a Gutnisky.
Branda retiró su denuncia en noviembre último.
La naviera argentina interviene oficialmente en la denuncia recién el 2 de setiembre pasado con el abogado Juan Carlos Mendonca Bonet, quien a fines de año resolvió retirarse. Según versiones a nivel judicial, el profesional dijo que no podía seguir en el litigio por las injerencias políticas que habría en el caso, inclusive de algunos diputados. Gutnisky finalmente optó por el estudio jurídico del senador colorado Enrique Bacchetta, considerado un peso pesado a nivel judicial por sus trabajos de lobby.