Asesino de Pablo Medina cae en Brasil tras agredir a su mujer

Uno de los autores materiales del asesinato de nuestro compañero Pablo Medina Velázquez (53) y de la joven Antonia Maribel Almada Chamorro (19), el sicario paraguayo Flavio Acosta Riveros (30), fue capturado ayer por la Policía Civil brasileña en la localidad de Pato Branco, estado de Paraná. El peligroso matón cayó al ser denunciado por su pareja por violencia doméstica. Ahora solo resta la detención del otro pistolero, Wilson Acosta Marques (45), hermano del mandante del ataque, el exintendente de Ypejhú Vilmar “Neneco” Acosta Marques (40), preso en la cárcel de Tacumbú.

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Flavio Acosta Riveros, nacido en Ypejhú, departamento de Canindeyú, estaba oculto en una casa situada en la ruta José Lacerda, en pleno centro de Pato Branco, una ciudad situada a 600 kilómetros del distrito paraguayo de Villa Ygatimí, donde ocurrió el doble homicidio, el 16 de octubre de 2014.

Las fuentes de la Policía Civil local dijeron que la ubicación del sicario fue precedida por una denuncia de violencia doméstica, entablada por su concubina brasileña, quien también comunicó que su pareja era buscada en Paraguay por el homicidio del periodista Medina.

Ante esta situación, los agentes montaron una vigilancia desde el viernes a las 18:00, pero como el sospechoso no aparecía los uniformados optaron por irrumpir en la casa, ayer a las 09:00.

Al notar la presencia policial, Flavio Acosta Riveros abordó una motocicleta y salió huyendo. Fue perseguido por las céntricas avenidas y derribado por una patrullera, hasta que finalmente pudo ser reducido.

En un último intento por eludir a la justicia, el paraguayo presentó un documento falso a nombre de Flavio Valerio de Assunçao, pero como ya había sido individualizado previamente, en la delegación de la Policía Civil terminaron por confirmar su verdadera identidad.

“Él confirmó que estaba usando una identidad falsa acá en Brasil y que es el autor del homicidio del periodista y de su ayudante, además de otras informaciones que nos dio”, dijo uno de los policías que participaron del operativo.

Inmediatamente, el caso fue comunicado al Juzgado Federal y los policías acompañaron la nota con un pedido de extradición inmediata al Paraguay.

“Nosotros vamos a hacer un oficio solicitando la extradición con la mayor brevedad posible y anexaremos el exhorto de la justicia paraguaya para facilitar la situación”, añadió.

Al menos de parte de los intervinientes, hay una voluntad clara de entregar lo antes posible a nuestro país al asesino del periodista del diario ABC Color, para que sea juzgado como su tío, Vilmar Acosta Marques.

La historia oficial

Según la hipótesis armada por la Policía y la Fiscalía paraguayas, basada principalmente en un preciso detalle del extracto de llamadas telefónicas de los involucrados y en el testimonio de la única sobreviviente del ataque, Flavio Acosta Riveros y su tío Wilson Acosta Marques altearon al periodista Pablo Medina Velázquez en un camino rural del distrito de Villa Ygatimí, el jueves 16 de octubre de 2014 a las 14:32.

Nuestro corresponsal regresaba en su camioneta de una cobertura en la colonia Crescencio González, en el límite entre los departamentos de Canindeyú y San Pedro, y aparentemente creyó que los dos sicarios eran policías, porque estaban vestidos con uniformes camuflados y dejaban ver sus armas de fuego.

Ni bien paró la marcha de su rodado, Pablo bajó la ventanilla y saludó a Wilson, quien le preguntó en guaraní: “¿Nde piko ha’e la Pablo Medina?”.

Cuando el corresponsal respondió afirmativamente, Wilson hizo una seña con la cabeza a su sobrino Flavio, quien abrió fuego con una pistola calibre 9 mm.

Los disparos hirieron mortalmente a Pablo y a su acompañante, la joven Antonia Almada, aunque no alcanzaron a la hermana de esta, quien viajaba en el asiento trasero.

Para asegurarse de matar al periodista, Wilson después introdujo dentro del habitáculo de la camioneta el tubocañón de una escopeta calibre 12 y lo remató con un disparo en la cabeza.

La secuencia de llamadas reveló que, desde Ypejhú, a 35 kilómetros del sitio, el entonces intendente Vilmar Acosta Marques (ANR) monitoreó la operación.

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