Argaña ya estaba muerto antes del atentado, dijo el chofer Barrios Rey

El vicepresidente Luis María Argaña ya estaba muerto cuando fue transportado en la camioneta Nissan Patrol, antes del atentado de aquella mañana del martes 23 de marzo de 1999, dijo ayer en Foz de Yguazú, Brasil, Víctor Barrios Rey, el ex chofer del dignatario fallecido y sobreviviente clave del magnicidio. Barrios Rey, quien también debió ser ultimado durante el ataque, dijo que el fiscal general del Estado Oscar Latorre Cañete le había obligado a firmar una fabricada declaración escrita. La afirmación realizó en los estudios de la TV Cataratas, integrante de la red brasileña de televisión Globo.

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FOZ DE YGUAZÚ, Brasil. (Fermín Jara, enviado especial de la redacción regional del Este). "Me ordenaron que lo lleve sin hacer preguntas y que la velocidad no sea mayor a 40 kilómetros por hora, porque el doctor estaba con dolor de cabeza", dijo Barrios, quien afirmó que ahora está contando la verdad que no se le permitió durante cinco años.

Fue en los estudios de TV Cataratas de la red Globo del Brasil, donde acusó al actual fiscal general del Estado Oscar Germán Latorre de haberle presionado para contar una "historia" que ellos mismos escribieron.
Barrios dijo que el actual senador Nelson Argaña le consiguió un trabajo en la Entidad Binacional Yacyretã (EBY) para que siguiera sosteniendo la versión oficial sobre el hecho. Afirmó que debió callarse por más de cinco años porque estaban amenazados de muerte él y toda su familia.

Las preguntas fueron realizadas por periodistas de la mencionada televisión brasileña y de ABC Color. A continuación transcribimos parte de la conversación sostenida con el ex chofer Víctor Barrios en Foz de Yguazú, Brasil:
- PP (periodistas): ¿Usted recuerda qué pasó ese día?
- VB (chofer): ¿El 23 de marzo de 1999?

- PP: ¿Sí?

- VB: Exactamente sí
- PP: ¿Cómo fue que usted paró en ese vehículo?
- VB: Yo era el chofer del vicepresidente de la República, y aquel día 23 de marzo fue un día martes, y mi horario habitual es de 7 de la mañana a 19 horas y salgo yo del baño, a las ocho, ocho y cuarto más o menos, viene uno de los guardias que estaban ahí y me dice: "Te llaman", porque el doctor ya está en la camioneta, ya se van a ir. Luego me dieron unas indicaciones, que yo tenía que ir en una velocidad más o menos de 30 a 40 kilómetros por hora, porque el doctor estaba con dolor de cabeza y se había tomado unas pastillas para el dolor y que estaba un poco vomitando. Bueno, yo subí, yo decidí, porque soy funcionario del Estado no atiné a hacer preguntas ni nada y subí. Al mirar, me fijé que estaba en una posición medio rara, verdad; el guardia que estaba a mi lado me miró, pero con los ojos diciéndome que pareciera que nos retiraran, verdad, pero no hicimos caso de eso y tomamos siempre la ruta habitual que tomábamos siempre, teníamos un itinerario más o menos, doblamos ahí por el Banco Central. La calle que va a parar ahí se llama Nuestra Señora del Carmen. Salimos en la avenida General..., Santísimo Sacramento, doblamos a la izquierda, entramos una cuadra antes de España y salimos en la calle Diagonal Molas, en ese ínterin nos pasa una camioneta, y yo he visto que había hombres, verdad, con ropa camuflada; parecían que eran militares, verdad, pero siempre en esa parte frecuentaban muchos militares porque venían del Banco Central. En esa época se cobraba; bueno, no hice caso y me fui como para cruzar la primera lomada, perfecto, tranquilo, pero ese día era un tránsito fluido, era muy intenso, no se podía adelantar porque la calle era angosta, entonces, me atiné a formar bien la cola también, y cuando me daba un poquito de luz, daba marcha. Al alcanzar la segunda lomada, más o menos a 60 metros de la avenida Venezuela, se adelanta un auto, verdad, no esa parte, sino cruzado, y al cruzar el auto se escucha el primer disparo, y de ahí ya no supe nada, verdad, porque a mí me dispararon por fracción de segundo, perdí el conocimiento por completo, verdad. Al levantarme, he visto esa camioneta, que yo dije que estaba, que nos cruzó, estaba más o menos al costado, de ahí he visto que bajaba un hombre con una escopeta disparando, pero yo lo único que pude hacer es retroceder, verdad, retrocedí hasta donde pude, me fui a chocar por la pared.

- PP: ¿No había un Fiat Tempra también?

- VB: Y por eso te digo, nos pasó un auto, pero yo no pude ver bien qué marca era, pero más o menos divisé el color más o menos, parecía que era negro entre azul marino oscuro, pero en ese ínterin, en esa fracción de segundo, pude divisar que había hombre, verdad, pero yo no pude ver bien el rostro de la persona.

- PP: ¿Los jóvenes que tiraron contra el automóvil donde vos estaba eran del Fiat Tempra, eran de ese auto o eran de la camioneta?
- VB: De la camioneta he visto un hombre que bajó, pero del Fiat Tempra yo ya no pude ver quién era ni cómo fue, porque cuando desperté, lo primero que hice fue mirar de frente y ahí he visto el tipo que estaba con la escopeta, pero pasó ligero, corriendo.

- PP: ¿Usted dónde le alzó al doctor Argaña esa mañana?

- VB: ¿Esa mañana?

- PP: Sí.

- VB: Yo no es que le alcé; yo le encontré ya en la camioneta.

- PP: ¿El ya estaba dentro de vehículo?

- VB: Ya estaba dentro de la camioneta.

- PP: ¿Quién le llamó a usted para que se presentara a ese horario?

- VB: A mí me llamó el guardia que estaba ahí.

- PP: ¿Recuerda su nombre?
- VB: No, no recuerdo, señor.
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