Cargando...
Señala que la ANR también “se independizó de esa lacra que estaba introduciéndose, como ejemplo lo tenemos a Marquetalia, lo tenemos en la gorrita roja que se ponía el jefe de Estado (Nicanor Duarte Frutos) para caer simpático a los demás”. Afirma que el progresismo, que se estaba introduciendo en la ANR, es una ideología cercana “a un socialismo de Estado brutal y vertical, totalmente contrario a los ideales colorados”. Consultado si el stronismo, al que la ANR sirvió por casi 35 años, no era también una corriente totalitaria, adujo que el stronismo no era una cuestión ideológica, sino un sistema personalista.
“Lo otro (el progresismo) es más peligroso porque es ideológico”, dijo.
Chamorro destaca que felizmente se superó esta incursión ideológica “rara”, “soberbia”, de “izquierda”, y la ANR, con la conducción de Samaniego, “retomó la bandera del tradicionalismo, aquel coloradismo que no está investido de los intereses personales ni por el abuso de la conveniencia personal”.