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“La historia vuelve a repetirse, ya que la estrategia elaborada por Itamaraty desde tiempos inmemoriales ha sido la aplicación de diferentes tácticas, que van desde una negociación normal, cordial y amistosa, pasando por una sutil y taimada presión; y como tercera, como un acto de abierta y arrogante provocación”, reflexionó el doctor Saguier Guanes, analista internacional y catedrático universitario.
Fue al ser consultado sobre la publicación del diario Folha de São Paulo, el sábado último, que reveló que en una reunión privada en 2011 la presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo al entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que la renegociación del Tratado de Itaipú sería usada como argumento para persuadir a nuestro país de la necesidad del ingreso venezolano al Mercosur.
La crónica del prestigioso diario paulista señala que la reunión secreta de los mandatarios se dio en junio de 2011 y quedó registrada en un telegrama secreto redirigido por un funcionario de Itamaraty (Cancillería brasileña). El documento obtenido por Folha indica que la renegociación de Itaipú “sirvió de moneda de cambio para el Brasil a fin de favorecer al gobierno de Chávez”.
Saguier Guanes sostuvo que lo aplicado por Itamaraty o Marco Aurelio García, según Folha, es que el Gobierno brasileño puso como condición la renegociación del Tratado de Itaipú como moneda de cambio para que Caracas pueda ser admitido en el Mercosur.
Expresó que “esto no fue posible” y vino la tercera opción, que fue un acto de abierta y arrogante provocación, cuando Paraguay fue suspendido del Mercosur después del juicio político incoado al expresidente Lugo. Esto posibilitó que Venezuela ingrese por la “ventana” al bloque.
El analista recordó que Golbery do Couto e Silva, prestigioso geopolítico brasileño, propiciaba una política de penetración económica, cultural y social que está en consonancia con la política de Itamaraty.
“Presiones taimadas”
Saguier Guanes manifestó que el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros estados es fundamental para las buenas relaciones internacionales.
Opinó que la integración jamás podrá realizarse con presiones taimadas, sino con el respeto irrestricto al derecho internacional.
“La hipocresía diplomática nunca podrá suplantar a la honestidad, a la confianza, y la confiabilidad, porque sin estos principios no se puede llevar adelante y, como dijo un famoso pensador francés, la diplomacia es el arte de apaciguar las pasiones que suelen encender los gobernantes imprudentes que no miden sus palabras”, sostuvo el especialista.
Cómo operó Marco Aurelio
Folha revela que en el encuentro privado Hugo Chávez le dice a Dilma Rousseff que “no estaba dispuesto a sufrir presiones indebidas por parte del Gobierno paraguayo”. El periódico señala que en esa ocasión entró a mediar el influyente asesor presidencial Marco Aurelio García, quien relató los esfuerzos brasileños para atender demandas paraguayas relativas a Itaipú, dice el telegrama de Itamaraty. El asesor sugirió a Venezuela “invitar a Lino Oviedo para visitar Caracas con el propósito de buscar el apoyo en el Congreso paraguayo”.