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El argumento principal de los senadores que estuvieron a favor de ampliar atribuciones a los jueces de paz, como Fernando Silva Facetti (PLRA, llanista), Carlos Filizzola (FG), Julio César Velázquez (ANR, cartista), Jorge Dos Santos (ANR, Añetete) y Enrique Bacchetta (ANR, Añetete), fue que esto facilitaría que la administración de la Justicia llegue a los sectores más humildes que, por residir a veces en lugares alejados de los centros urbanos, no acceden a ella.
El senador Juan Darío Monges (ANR, cartista) fue el único que estuvo a favor del veto, señalando que extender las atribuciones de los jueces de paz, que pasarían a ser jueces de primera instancia, obligará a reajustes presupuestarios y organizativos. Además, indicó que serán sobrecargados con sus nuevas tareas y puso en duda que estén en condiciones profesionales de afrontar las nuevas responsabilidades que tendrán a partir de ahora. Destacó además que la Corte, a la que solicitaron un dictamen, se manifestó en contra del proyecto.
Bacchetta dijo que la Corte invirtió mucho en la formación de los jueces de paz y que cuando el proyecto se discutió en el Congreso hizo algunas observaciones pero se mostró favorable, por lo cual sorprendió la postura en contra.