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El caso de los diputados Baruja y Portillo no figuraba en el orden del día y se trató sobre tablas, a propuesta del diputado colorado Ramón Romero Roa, presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales.
El legislador indicó que existían dos dictámenes que coincidían en que existió una inconducta de parte de ambos diputados. El dictamen en mayoría, aconsejaba la amonestación por escrito y la suspensión por dos años para viajar al exterior en representación de la Cámara. En tanto, el dictamen en minoría recomendaba solamente la amonestación por escrito.
El diputado Baruja no estuvo presente para evitar exponerse ante la prensa, según indicaron fuentes de la bancada colorada. En tanto, Portillo estuvo en la sesión e hizo uso de la palabra para decir que felicitaba la labor de la comisión de Asuntos Constitucionales. Señaló que el código de ética contemplaba la posibilidad de una amonestación, pero no la de prohibir viajes a los diputados, por lo cual no correspondía. Sin embargo, dijo que, si sus colegas consideraban “que eso era la mejor salida para que podamos estar bien en frente de la opinión pública, yo no tengo problema” (sic).
El resultado de la votación arrojó 51 votos por la amonestación y suspensión, 8 votos solo por la suspensión y hubo 3 abstenciones. Otros 9 diputados que figuraban como presentes en la sala no votaron.
Los viajes
Los dos diputados sancionados ayer fueron acusados de violar el código de ética de la Cámara.
De acuerdo a los antecedentes, el diputado Portillo iba a viajar a Las Vegas, en diciembre del año pasado, a participar de un seminario sobre gasto público, pero finalmente no viajó por llegar tarde al aeropuerto. El viático le fue depositado y lo devolvió recién en agosto pasado, luego de hacerse público su caso.
Por su parte, Baruja viajó en enero de este año a Cancún para participar supuestamente de un Congreso Mundial de Menopausia. Sin embargo, el evento tuvo lugar recién tres meses después. Tras las publicaciones de la prensa, el diputado devolvió el importe de pasajes y viáticos.
El caso de Corrales
Si bien ayer fue la primera vez que dos legisladores fueron sancionados por violar el Código de Ética, ya hubo un caso en que se planteó su aplicación. En setiembre de 2004, el diputado oviedista Miguel Corrales protagonizó un escándalo público, acompañado de Richard Gómez, actual funcionario de la Cámara Baja, al golpear a su joven pareja e hijo. Si bien fue acusado, la bancada colorada evitó esa vez que hubiera algún castigo.