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El cruce de llamadas realizado en el marco de la investigación de los sucesos del 31 de marzo de 2017 reveló la fuerte influencia de gerentes del Grupo Cartes y políticos cartistas sobre la Policía Nacional.
José Ortiz Escauriza, gerente de Tabesa, mantuvo comunicación constante con los altos mandos policiales antes, durante y después del intento de enmienda constitucional que terminó con la quema de la sede del Congreso y la muerte del joven Rodrigo Quintana.
El amigo del presidente Cartes y asesor de Yacyretá, Luis Canillas, es otro de los que mantenían comunicación constante con el alto mando policial. Solo entre marzo y octubre de 2017 se registraron 327 llamadas entre Luis Canillas y el número asignado a quien ocupe el cargo de comandante de la Policía.
Ni Ortiz ni Canillas tenían relación alguna con la línea de mando policial. El exministro del Interior Francisco De Vargas reconoció que Ortiz “asesoraba” a la fuerza del orden.
Canillas incluso recibió un reconocimiento por parte de la Policía. Esa misma Policía fue la que realizó la búsqueda de datos que luego fueron utilizados por el cartismo para una campaña contra el nuevo gobierno.