Agentes continúan en la mira

Agentes que investigan el asesinato de nuestro compañero Pablo Medina Velázquez confirmaron que aún hay varios policías en la mira, ante sospechas de haber dado cobertura a la red de Vilmar “Neneco” Acosta Marques antes, durante y después del sonado crimen.

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En ese sentido, mencionaron, por ejemplo, al oficial inspector Francisco López, quien era el jefe de la oficina de Investigación de Delitos del departamento de Canindeyú que funcionaba en la ciudad de Ypejhú, bastión del “clan” Acosta Marques.

El uniformado es uno de los más complicados en la causa, ya que el chofer de “Neneco”, Arnaldo Javier Cabrera López, capturado el 8 de diciembre en Ypejhú, lo sindicó directamente de haber avisado por teléfono al entonces intendente de que se iban a llevar a cabo procedimientos en su contra.

El oficial López incluso dirigió por unos días la serie de operativos en busca de los asesinos de Pablo, hasta que trascendieron los posibles nexos con los autores morales y materiales, por lo que fue trasladado a Asunción.

Actualmente, se encuentra a cargo de la Agrupación de Seguridad, cuya base funciona en la misma Comandancia, y con un sumario abierto.

Otro salpicado es el jefe del oficial López, el comisario principal Juan Barúa, hasta ahora titular de Investigación de Delitos de Canindeyú.

Conforme a los datos recabados por el equipo de investigación policial que partió desde Asunción, Barúa también protegía al grupo de “Neneco”, quien a su vez manejaba casi todo el mercado de tráfico de drogas de la región.

Aunque hay otros policías sospechados, hasta ahora el Ministerio Público no oficializó los procesamientos.

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