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Señaló que la sensación de inseguridad por parte de la ciudadanía es muy grande y esto se siente sobre todo en algunas zonas del país. Destacó que especialmente quienes están en el norte del país sienten en carne propia los efectos de esa inseguridad. Apuntó que mucha gente dejó de trabajar y de producir por temor a algún hecho de violencia.
Vera Bejarano advirtió que esta situación repercute en la economía nacional. Indicó que luego de los asesinatos de Pablo y Antonia parecía que habría un cambio, pero nuevamente se quedó en el debate y el “negocio” del narcotráfico finalmente continuó. Agregó que, más allá de algunos golpes que se dieron contra cargamentos de drogas, no se avizoran soluciones de fondo.
Al respecto señaló que no se les dan a los campesinos que se dedican al cultivo de marihuana algunas alternativas viables de producción, lo que motivó que se manifiesten pidiendo soluciones. Afirmó también que la vinculación del narcotráfico con la política es preocupante y sobre eso no se ven acciones concretas. Indicó que esa situación afecta a los dirigentes políticos que quieren manejarse con honestidad y transparencia.