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Esto es según informes de inteligencia provenientes de la zona norte del país
La estructura de la gavilla quedó muy debilitada con la muerte de Bernardo Bernal Maíz y de Claudelino Silva Cáceres, en la noche del secuestro de Arlan Fick Bremm (16), quien hoy cumple 75 días en cautiverio en los montes de la colonia Paso Tuyá de Azote’y.
Según datos de inteligencia de la Policía y de las Fuerzas Armadas, el “Primer anillo” del EPP está comandado actualmente, en orden jerárquico, por Osvaldo Daniel Villalba Ayala (31), alias “Alexander”; Manuel Cristaldo Mieres (31), alias “Santiago”; Magna María Meza Martínez (31), alias “Lety”, y Alejandro Ramos Morel (40), alias “Jota”.
En tanto que la cúpula de la célula denominada “Segundo cuerpo” del EPP está conformada, también en orden jerárquico, por Albino Jara Larrea (22), alias “Milciades León”; Alfredo Jara Larrea (23), alias “José Villaverde”; Rudy Ruiz Sosa (30), alias “Rodrigo Sosa”, y Luciano Argüello (21), alias “Roberto Campos”, siempre según los datos obtenidos a partir de investigaciones y del estudio de las anotaciones recuperadas de los campamentos de esta facción que fueron desmantelados en la zona de Arroyito.
Supuestamente, la célula de los hermanos Jara Larrea se separó del grupo de Osvaldo Villalba porque no querían seguir siendo tratados como “soldados”, sino que querían que se les asignaran jerarquías más significativas. Pero como los hermanos Jara Larrea no acumularon suficientes “méritos” para ascender en filas del EPP, decidieron dividirse y operar por separado, en los montes comprendidos principalmente entre las zonas de Arroyito, Tacuara, Hugua Ñandu y Cuero Fresco, en el distrito de Horqueta, que se dividen por el tramo de la Ruta V “Gral. Bernardino Caballero”.
Por su parte, el grupo fuerte del EPP emigró definitivamente desde Hugua Ñandu hacia los montes de Kurusu de Hierro, Paso Tuya y Tacuatí, así como a ciertos sectores de Azote’y, luego de que los malvivientes fueran traicionados por sus colaboradores logísticos, que los delataron ante la Policía.
Aunque al “Primer anillo” del EPP se le atribuyen todos los últimos sonados crímenes, como el de Luis
Lindstron, los ataques importantes a estancias, los grandes atentados contra policías y militares e incluso el secuestro en curso del menor Arlan Fick Bremm, al “Segundo cuerpo” le señalan como responsable de decenas de asaltos en caminos rurales y asesinatos de peones de estancias. Sin embargo, esta última célula al parecer tiene una capacidad operativa más limitada que el equipo principal, ya que ni siquiera tienen armas potentes.
Pero tras la muerte de Bernardo Bernal Maíz, alias “Coco”, y de Claudelino Silva Cácares, alias “Víctor”, a manos de policías y militares, aparentemente las conversaciones entre ambos grupos se habrían reiniciado como para tratar de recomponer la estructura armada.
“Coco”, por ejemplo, operaba con el grupo de Osvaldo Villalba desde hace cinco años e incluso participó directamente en el secuestro de Fidel Zavala, mientras que el otro recientemente abatido, Claudelino Silva Cáceres, hijo de Lucio Silva, pertenecía a la célula de los hermanos Jara Larrea hasta hace muy poco tiempo, según las fotografías encontradas en el campamento desmantelado en el asentamiento Núcleo 5 de Arroyito, el 8 de diciembre pasado, cuando fueron asesinados los militares César Antonio Fernández Carballo (29) y Mario Francisco Ávalos Cañete (34).
Tras los últimos allanamientos a los campamentos del “Segundo cuerpo”, las conversaciones entre ambas facciones de la banda armada supuestamente se hicieron cada vez más constantes para tratar de reagruparse nuevamente.