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Poco antes de la 1:00 de ayer, llegó el concejal colorado con permiso de Mariano Roque Alonso, quien tuvo que poner un rostro sonriente frente a las cámaras de TV y reporteros gráficos. Vega compartió unos momentos con sus adherentes y evitó que los periodistas pudieran acercarse a él. Incluso establecieron un cordón humano que permitió al seccionalero marcharse raudamente.
El grupo de 25 adherentes y familiares salieron en su defensa ayer ante el aluvión de críticas de varios sectores debido a su comportamiento inadecuado, motivo por el cual fue “invitado” a abandonar Taiwán. Vega fue acusado de tocarle las piernas a una intérprete asignada a la comitiva de autoridades paraguayas.
En un intento de minimizar el bochornoso hecho que trascendió a nivel internacional, sostuvo que forma parte de la “costumbre” en el Paraguay tocar el muslo de la mujer. Horas después, Vega se fotografió sonriente junto al marido de la diputada colorada Añetete Jazmín Narváez, tocándole el muslo, como burlándose del episodio.