Acusan a policía por hechos del 31M

La fiscala Liliana Zayas Guggiari, de la Unidad Penal Especializada en Hechos Punibles contra los Derechos Humanos, acusó al suboficial ayudante de policía Rodi Javier Rivas Román (26 años) por agresiones físicas y pedido de coima para liberar a dos manifestantes que estuvieron en el Congreso Nacional el 31 de marzo del año pasado.

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Los hechos punibles son lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas y cohecho pasivo. 

De acuerdo a su acusación, el suboficial ayudante de la comisaría 2ª Metropolitana agredió físicamente a dos personas, cuyos nombres no precisó. 

Rivas Román, según la agente, propinó golpes a mano abierta en la nuca y con cachiporra en el brazo y rodilla a dos personas detenidas entre el 31 de marzo y 1 de abril del año pasado durante los disturbios ocasionados frente al Congreso Nacional.

No contento con las agresiones, el uniformado, según Zayas, pidió G. 2 millones a cada uno de ellos a cambio de liberarlos.

La investigadora indicó que los denunciantes fueron aprehendidos en las calles Caballero y Cerro Corá del microcentro de Asunción, en operativo desplegado por un grupo de efectivos policiales de la Agrupación Especializada (cascos azules).

La fiscala agrega que tras la detención de los dos ciudadanos una patrullera de la comisaría 2ª Metropolitana –que recorría la zona– los trasladó junto a otras personas hasta la Agrupación Especializada.

“Ellos fueron alzados en la carrocería del móvil policial, en la que aparentemente ya recibieron agresiones físicas del policía Rivas. Al llegar a la Agrupación Especializada, los agentes hicieron descender solo a las otras personas detenidas; sin embargo, ambas víctimas permanecieron en la carrocería de la patrullera, y fueron llevadas por otros efectivos policiales junto con el hoy acusado Rivas hasta la comisaría 2ª Metropolitana. Una vez ahí, los policías no les registraron como detenidos, pero sí los trasladaron a media cuadra de la citada dependencia policial, lugar donde se encontraba un vehículo particular, en cuyo interior se encontraba Rivas, quien les requirió a cada uno de ellos la entrega de G. 2 millones para liberarlos”, concluye Zayas.

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