Cargando...
Miércoles 22 de abril. A bordo de un Boeing 767-300ER la aerolínea estadounidense Eastern Airlines llegan 150 paraguayos repatriados desde Estados Unidos. Entre los pasajeros había varios adultos mayores de 60 de años.
En el aeropuerto Silvio Pettirossi ya se había desplegado todo el protocolo acordado entre el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) para este tipo de vuelos humanitarios. Pero esa tarde, cambió un factor: apenas llegó el avión, un equipo del Ministerio Público encabezado por la fiscala Teresa Sosa se presentó en el lugar.
Nunca antes la Fiscalía acompañó el desembarco de los vuelos en los que compatriotas fueron repatriados desde que se decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus. Pero este vuelo tenía algo de particular: en él había llegado el empresario Saber Karim Salum Penayo, jefe de Irene Páez, una amiga de la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez; y hermano de uno de los gerentes del grupo empresarial del expresidente Horacio Cartes, quien puso en ese cargo a la titular del Ministerio Público.
Salum Penayo fue uno de los primeros en ser separados del resto de los 150 pasajeros. No pudo siquiera ser examinado por el personal médico, debido a que raudamente fue apartado por la fiscala Sosa. En lugar de cumplir con la cuarentena obligatoria en un albergue habilitado por el Gobierno Nacional para quienes llegan recién al país, fue enviado a su casa.
¿El motivo? La mismísima fiscala general Sandra Quiñónez había solicitado trato especial para Salum. Esto fue confirmado por Federico González, el ministro asesor de Asuntos Internacionales del presidente de la República y uno de los coordinadores de la Comisión de Defensa Nacional (Codena).
Un pedido vía WhatsApp
Quiñónez misma fue quien envió el certificado médico firmado por el Dr. Osvaldo Tenace para avalar supuestos problemas de salud de Salum Penayo, a fin de solicitar el trato diferenciado. La fiscala general envió el documento vía WhatsApp al general Bernardino González, coordinador del Codena y enlace con el Ministerio Público de este organismo, de acuerdo a versiones que recolectó ABC.
El alto mando militar declinó emitir versión al respecto, alegando la cadena de mando y dijo que solo el ministro Federico González podía dar declaraciones. El asesor del presidente Mario Abdo confirmó a nuestro diario que efectivamente el intercambio de mensajes entre Quiñónez y el general González existió. “Tengo entendido que le envió la constancia”, afirmó el ministro.
Atendiendo el pedido de la fiscala general, el general González elevó el pedido a la Codena y comunicó el caso en particular a la fiscala Sosa.
El “show” de Sosa
Con la solicitud de su jefa en mano, la fiscal Teresa Sosa violó todo el protocolo para liberar a Salum Penayo, según relataron testigos y pasajeros que llegaron en el mismo vuelo.
“Vimos a una persona vestida de médica que resultó ser la fiscala. Ella entró al avión gritando el nombre de Salum”, relataron los funcionarios de Salud.
Esa versión coincide con lo relatado ayer por una pasajera al programa A La Gran 730 de radio ABC Cardinal. “Es mentira que la fiscala no entró al avión. Entró y todos la vimos”, comenzó diciendo.
“Llamó a cuatro personas por sus nombres y entre ellos al señor Karim Salum. Se nos quedó a todos porque no era un nombre muy paraguayo, por decir de alguna forma”, relató la pasajera Élida (nombre ficticio para proteger la identidad de la persona). Élida recordó que Sosa tuvo que llamar en reiteradas oportunidades a Salum, porque el empresario no se daba por aludido.
No lo inspeccionaron
“Mientras el personal médico controlaba a un grupo de pasajeros, la fiscala Sosa ya se llevó a Salum, por lo que a él no se le inspeccionó”, coincidieron los testigos.
“Se burló de nuestro trabajo. Sabíamos lo que estaba bien y lo que estaba mal, pero no podíamos atajarle. Hicimos un informe señalando y documentando cómo su presencia dificultó nuestro trabajo y realmente estropeó lo que estaba planeado”, añadieron los funcionarios sanitarios.
Violó cuarentena, dicen
El ministro Federico González expresó que Salum Penayo fue remitido a la Secretaría Nacional de Deportes (SND) entre la noche del jueves y la madrugada de ayer, por supuestamente haber violado la cuarentena.
En realidad, el mismo Salum Penayo había firmado en Estados Unidos un consentimiento confirmado en el que se comprometía a cumplir la cuarentena en la Academil. Algo de lo que inicialmente se salvó.