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Una Junta Municipal que se autoasignó tareas que eran del intendente; una Intendencia que no cobró durante meses cánones y autorizó pagos a planilleros, obras que se hicieron con pésima calidad y un largo etcétera más de irregularidades. Caos total es la descripción que se le puede dar a la situación administrativa de la Municipalidad de Asunción con Mario Ferreiro como intendente y con Óscar Rodríguez como titular de la Junta Municipal.
Así lo revela un informe de auditoría realizado por la Contraloría General de la República al que tuvo acceso ABC Color. El actual intendente interino, Óscar “Nenecho” Rodríguez, todavía (ANR) debe presentar sus descargos sobre los hallazgos realizados por el ente contralor.
Una institución, dos cabezas
Solo en 2019, la Junta Municipal recibió un presupuesto total de G. 105.813.518.864 (unos 17, 6 millones de dólares). De acuerdo a lo que establece la Ley Orgánica Municipal, es la Intendencia la que cumple las funciones de ordenadora de gastos dentro de una comuna.
Sin embargo, los documentos evidencian que los casi G. 106.000 millones del presupuesto que correspondían a la Junta Municipal de Asunción, entonces presidida por el colorado Óscar Rodríguez, fueron administrados directamente por el legislativo municipal.
Según los informes, de esta manera la Junta Municipal se constituyó en una entidad administrativa autónoma a la Administración Municipal, fuera de sus atribuciones constitucionales y en abierta violación a lo establecido en la Ley Orgánica Municipal.
Un intendente paralelo
Los casi G. 106.000 millones del presupuesto de la Junta Municipal en 2019 fueron programados y ejecutados por el legislativo comunal a través de sus unidades operativas, todas dependientes directamente de la Presidencia, entonces a cargo de “Nenecho”.
De esta manera, la Presidencia de la Junta Municipal se estableció como una especie de ejecutivo paralelo dentro de la Comuna capitalina.
Así, el legislativo comunal, elaboraba, ejecutaba, controlaba y juzgaba la ejecución de su propio presupuesto. Todo fuera de los límites legales establecidos, según la auditoría.
Una práctica repetida
La documentación revisada por la Contraloría revela que el Ejecutivo comunal paralelo llevaba funcionando al menos cinco años.
Entre 2015 y 2019 el presidente de la Junta Municipal procedió a autorizar adjudicaciones y a suscribir contratos en representación de la máxima autoridad ejecutiva de la Municipalidad de Asunción, sin que tales funciones estén dentro de sus atribuciones o que se les haya delegado.
Es decir, que la práctica de establecer una intendencia paralela ya se había establecido durante los años en los que el colorado cartista Hugo Ramírez, hoy diputado, era presidente de la Junta Municipal.
La Ley Orgánica Municipal, en el inciso “a” de su artículo 51, establece como deberes y atribuciones del intendente “ejercer la representación legal de la Municipalidad”.
Además, el artículo 28 de la Ley 2051/03 “De Contrataciones Públicas” establece en el punto de “adjudicación” indica que “la máxima autoridad de la convocante será quien resuelva la adjudicación”.
De hecho, la Junta Municipal cuenta, por ejemplo, con una Unidad Operativa de Contrataciones independiente a la que existe en la Intendencia.
Además todos los miembros de la Junta Municipal estaban al tanto de la situación del “ejecutivo paralelo” establecido.
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