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Fue el principio del fin del expresidente Fernando Lugo, exobispo de San Pedro, quien se quedó sin sustento político para seguir gobernando.
Su suerte quedó echada al perder el apoyo del PLRA, que aportó el 66% de sus votos en 2008. El directorio liberal, presidido en ese entonces por el senador Blas Llano, decidió apoyar el juicio político al presidente. Al mismo tiempo, pidió que renuncien a sus cargos todos los afiliados al PLRA que ocupaban puestos en el gabinete.
El entonces principal partido de la oposición, el Partido Colorado, fue determinante en decidir el apoyo al juicio político. Con las cartas echadas sobre la mesa, en una maratónica jornada de cuatro sesiones seguidas, el Senado concretó el viernes 22 de junio, a las 17:35, la destitución del 54º presidente paraguayo en la historia, con 39 votos, 4 en contra y 2 ausentes.
El Congreso decidió iniciar el proceso de juicio político, a raíz de la masacre ocurrida en Curuguaty. Se lo acusó formalmente de mal desempeño de sus funciones, conforme a lo establecido en el artículo 225 de la Constitución Nacional.
Así, y luego de 73 años, la histórica destitución de Lugo posibilitó que un liberal vuelva a ser presidente de la República con Federico Franco, en ese entonces vicepresidente, quien asumió esa misma tarde.
El último presidente liberal fue José Félix Estigarribia, quien asumió el 15 de agosto de 1939 hasta el 7 de setiembre de 1940, fecha en que fallece en un accidente aéreo. Le sucede el general Higinio Morínigo, colorado.