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Quintana, quien fue remitido el viernes último a la prisión de Viñas Cue por orden de la jueza penal de Garantías Alicia Pedrozo, está acusado por lavado de dinero, narcotráfico y asociación criminal. El mismo ya había lanzado, el 16 de noviembre último, su precandidatura a la intendencia de Ciudad del Este y presentó un proyecto de ley para ampliar la cantidad de bancas municipales.
El diputado Núñez expresó que la Cámara de Diputados no puede conceder permiso por la situación del diputado Ulises y que el artículo 18 del reglamento interno de la Cámara señala que si la inasistencia de un diputado tuviere que durar más de tres sesiones consecutivas o cinco alternadas, será necesario el permiso de la Cámara, la que decidirá si la licencia será con o sin goce de dieta, según sea el caso.
Asimismo, mencionó que si Quintana continúa preso en ese tiempo, la banca ya queda de forma definitiva para el suplente, en este caso la banca recaerá sobre la figura de Rocío Abed de Zacarías, esposa del diputado Justo Zacarías Irún, ambos investigados por supuesto enriquecimiento ilícito junto con el senador Javier Zacarías Irún y la exintendenta Sandra McLeod.
El cartismo así pasaría a tener 23 diputados en sus filas de los 42 colorados que componen la Cámara de Diputados. La presidencia de la Cámara aguarda la comunicación de la jueza Pedrozo para convocar a Abed de Zacarías, quien reemplazará a Quintana en la sesión ordinaria del miércoles.
El 10 de julio último, Quintana, luego de estar preso por 10 meses en Viñas Cue, se reincorporó a su banca de legislador. El hecho fue cuestionado por el cartismo, que abandonó la sesión, considerando que no correspondía desde un inicio conceder el permiso. En ese momento Núñez consideró que el artículo 199 de la Constitución Nacional no contempla el permiso que se le dio a Quintana, ya que lo establece solo para ocupar cargos de ministro o de diplomático.
Aceptar el permiso dependerá de los votos que reuna el cartismo, que deberá tener mayoría simple.
Salvó la banca, pero no de ir a la cárcel
El diputado Ulises Quintana (ANR, Añetete) el nueve de octubre pasado gracias a un pacto de impunidad entre colorados y algunos liberales se salvó de perder su banca a través de un pedido de pérdida de investidura, pero no de ir nuevamente a la cárcel.
Con la excusa de dar seguridad política, garantías constitucionales, legitimidad a los votos y preservar el principio de inocencia, abdistas, cartistas y algunos liberales habían evitado las expulsiones, además de Quintana, de Carlos Portillo (PLRA) y Tomás Rivas (ANR) de la Cámara de Diputados.