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Los costosos caballos de carrera purasangre
Velázquez figura como propietario de “El Legendario”, un negocio dedicado a la compra, venta y cuidado de caballos, además de importación y exportación. Es una sociedad con capital de G. 1.500.000.000 en la que figuran además Lino César Oviedo Marín (hijo de Lino César Oviedo, ya fallecido) y Víctor Galeano Perrone, conocido como “monje negro” por su cercanía y afinidad con el expresidente Cartes.
La firma cuenta con un local ubicado a dos cuadras del Hipódromo de Asunción y cuenta con caballerizas con aire acondicionado y hasta balones de oxígeno.
Velázquez había comenzado a acercarse al mundo de las carreras de caballos de mano del cuestionado empresario del transporte Juan Carlos Aveiro. Poco tiempo después comenzaría a comprar sus primeros caballos, varios de ellos adquiridos del mismo Aveiro, quien había sido denunciado por contrabando de equinos.
Para 2016, el stud de Velázquez poseía al menos una docena de caballos. De acuerdo a algunas fuentes, los animales figuran con precios declarados que oscilan entre los US$ 4.000 y los U$ 23.000, aunque el costo real para adquirir uno de estos animales podría llegar incluso a los US$ 150.000.
Varios de ellos, son protagonistas de los clásicos de las reuniones turfísticas.
De la seccional al Ministerio Público
De presidente de una seccional en Lambaré pasó a ser fiscal y tuvo una meteórica carrera dentro del Ministerio Público. En los últimos años de la década del 90, Hugo Velázquez fue uno de los fiscales involucrados en la investigación del “megaasalto” en el aeropuerto Silvio Pettirossi.
Era fiscal de Luque cuando secuestraron a María Edith Bordón de Debernardi.
En 2002, los hoy prófugos Juan Arrom y Anuncio Martí presentaron una demanda contra él, indicándolo como uno de los implicados en su secuestro y tortura.
Fue nombrado fiscal adjunto y lo asignaron a Ciudad del Este. En el tiempo en que permaneció en la capital de Alto Paraná, numerosas denuncias se registraron en su contra.
Velázquez recibía, supuestamente, coimas a través de un estudio jurídico. Su nombre fue mencionado en una denuncia presentada ante Diputados sobre la mafia de la marcas y lo señalaban como uno de los cabecillas.
Otras denuncias señalaban que Velázquez lideraba una rosca que se beneficiaba con contrataciones millonarias en Itaipú.
Hombre de confianza al que quiso negar
El último de los casos que salpicó a Velázquez todavía sigue trayendo cola. El vicepresidente de la República intentó con insistencia distanciarse del abogado José Rodríguez González (“Joselo”, 27), quien intervino para modificar el acta entreguista que Paraguay firmó con Brasil.
El expresidente de la ANDE Pedro Ferreira confirmó que fue el mismo vicepresidente Velázquez, quien lo presentó con el abogado Rodríguez González, quien operaba a favor de una empresa ligada a la familia Bolsonaro.
Contó que Velázquez lo presentó “como su representante y hombre de su confianza”. Además, el segundo del Ejecutivo le dijo que era él quien estaría “en su representación en todas las conversaciones relativas a venta de energía a la empresa (Grupo Léros de Brasil) con la que él contactó”.
Cuando saltó el escándalo, Velázquez intentó desmarcarse de Rodríguez, aunque este señaló con insistencia a nuestro diario que trabajaba con el vicepresidente como su asesor ad honorem y que faltaba una resolución.
Durante su comparecencia en Diputados, Velázquez inicialmente negó al abogado con insistencia.
Finalmente, reconoció su cercanía. Ante la consulta de cuándo fue la última vez que lo vio, respondió: “El domingo para ver un partido de fútbol”.
Amigos que figuran en el “Expediente 68”
En 2016, Velázquez reconoció ser amigo de Walid Amine Sweid. El vicepresidente apareció en una foto junto a Sweid mientras ambos tomaban sol sentados en un yate durante un viaje oficial al Líbano, donde habían sido invitados por el entonces embajador paraguayo en ese país, Hassan Khalil Dia.
Tanto Dia como Walid Amine Sweid son mencionados en un informe que fue presentado ante el Congreso de los Estados Unidos. De acuerdo a ese documento, al que tuvo acceso ABC Color, Sweid sería un supuesto financista del Hezbolá, un grupo considerado como terrorista por el gobierno del país norteamericano.
En esa misma fotografía aparecían también el exfiscal de marcas Juan Carlos Duarte –mano derecha de Velázquez mientras este último era fiscal adjunto–, Juan Carlos Sosa Barreto y Ricardo Galeno Fariña, representado por Duarte, ya mencionado un par de líneas más arriba.
Todos ellos aparecen vinculados a Global Logistics SA, firma vinculada al caso de megalavado de dinero que figura en la fiscalía como el “expediente 68”.
Las numerosas propiedades
Hasta 2016, Velázquez figuraba vinculado a al menos media decena de lotes inmuebles distribuidos entre Asunción y ciudades aledañas.
Amplio jardín frontal, con varias palmeras y árboles en flor; puerta de fina madera y terminaciones en piedra. Algunas de las características de la coqueta casa ubicada en la intersección de las calles Campo Vía y Capitán Aparicio Figari, límite entre Asunción y Lambaré.
De acuerdo a documentos a los que tuvo acceso ABC Color, esa residencia fue construida sobre dos lotes que figuran a nombre de Hugo Adalberto Velázquez Moreno. Esta casa cuenta hasta con caseta de guardia de seguridad.
No muy lejos, sobre la Avda. San Ignacio de Lambaré, se encuentra otra de las propiedades que figuran a nombre del segundo del Ejecutivo.
Finalmente, aparece otra propiedad ubicada sobre la calle Herrera, entre República Francesa y Mayor Fleitas, zona del centro de Asunción.
Además, Velázquez llegó a ser dueño de una propiedad de grandes extensiones en Luque. Su pareja, la fiscala adjunta Lourdes Samaniego, figura como propietaria de un bonito dúplex en Carmelitas.
Familia bien ubicada
Alrededor de una docena de miembros del entorno familiar de Hugo Velázquez ingresaron a la función pública o recibieron aumentos durante el período en el que estuvo al frente de la Cámara de Diputados.
La lista incluye a dos de sus hermanas, Carmen Velázquez de Martínez (ANDE) y Martha Lorena Velázquez Moreno (Ministerio Público). La primera fue vinculada hace algunas semanas a un escándalo debido a un millonario viático que pretendía recibir.
La esposa de Velázquez, Sonia Elena Escauriza, es funcionaria del Ministerio de Educación y Cultura. Su trabajo fue cuestionado hace un par de años.
Dos de los hijos del político colorado figuran bien ubicados dentro de las binacionales. El primero es Dionicio Adalberto Velázquez Giménez (Itaipú) y la otra Sonya Rebeca Velázquez Escauriza (Yacyretá). Ambos ingresaron el año que Velázquez llegó a Diputados.
También hay cargos para los hijos de su actual pareja, distribuidos en el TSJE y el Fondo Ganadero.
Hasta sobrinos políticos del vicepresidente llegaron a la función pública, ingresando a la Cámara de Diputados.