Itaipú rendirá más usando la energía que su venta a Brasil

Lo más valioso que tiene Paraguay en Itaipú es la electricidad que puede utilizar para su desarrollo, no la venta de su excedente al Brasil. La antropóloga ambientalista estadounidense Christine Folch, plantea en esta entrevista utilizar este recurso para fomentar la industria verde, cada vez más buscada en el mundo debido a las consecuencias del cambio climático.

Antropóloga estadounidense  Christine Folch: “Paraguay tiene que dedicarse a explotar la parte verde, como la azúcar orgánica...”.
Antropóloga estadounidense Christine Folch: “Paraguay tiene que dedicarse a explotar la parte verde, como la azúcar orgánica...”.Archivo, ABC Color

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–¿Cuál es el interés de una antropóloga, ambientalista por Itaipú?

–Yo hice mi trabajo de campo para mi tesis doctoral sobre Itaipú. Viví acá entre 2008 y 2010. Soy antropóloga cultural de profesión y también tengo un nombramiento en Ciencia y Política Ambiental. Como Antropología Cultural no existe mucho acá, estudié la política energética, ambiental, la política de la naturaleza y su relación con la economía, la historia, la cultura. En la Universidad de Duke (Carolina del Norte) soy la investigadora principal de un grupo que llamamos “Itaipú-Post 2023”. Una de nuestras recomendaciones resultado de los análisis que hicimos es plantear políticas de negociación con vistas a lo que se viene a partir del 2021 al 2023. También tengo un libro que voy a lanzar en un mes, que se llama “Hidropolítica”.

–¿Cuál es la conclusión?

–El equipo de investigación que tenemos en Duke ha planteado que lo más conveniente para Paraguay, lo que más conviene a sus intereses, es pensar en los recursos que le puede generar Itaipú dentro del país y no la renta que puede sacar de la venta al Brasil. La cuestión es usar la electricidad ya ahora mientras exista el superávit de energía. Según los expertos, dentro de 15 años ese superávit va a desaparecer por el consumo que va creciendo. Hoy Paraguay debe usar esa electricidad para arrancar una industrialización basado en desarrollo sostenible y sustentable.

–¿Qué hay que hacer?

–No cualquier industrialización sino algo que traiga calidad de empleo, calidad de vida, no solamente para unas personas sino para la población en general. Paraguay tiene que ponerse al frente de la ola tecnológica y establecer, por ejemplo, una fábrica de baterías de litio, para uso en vehículos eléctricos. Ustedes tienen exceso de energía que están cediendo a Brasil. Conozco paraguayos con ideas brillantes. Hay un paraguayo que construyó paneles solares en México y ganó un premio del Instituto Tecnológico de Massachussets por lo que hizo. Hay otro que tiene una idea para armar una compañía de cosas verdes, con fines de lucro. Hay ejemplos de empresas y mercados viables y sobre cómo Paraguay puede insertarse en esa cadena de valor.

–Son 50 años de Itaipú y las industrias aparecieron poco.

– Yo he conocido bastante Paraguay. Conozco muchos egresados con ideas brillantes. He conversado bastante con los industriales. He notado que buscan dar un impulso fuerte a la industria. Hay talentos admirables. Ustedes no lo valoran pero lo que hicieron esos jóvenes de Cateura con los instrumentos musicales de la basura produce admiración en el mundo. Conocí a Don Colá, el lutier que crea los instrumentos. Es brillante. Vive en medio de la basura. Uno de sus violines está en el Museo del Violín en Italia, al lado de un Stradivarius. Como él, hay gente brillante aquí. Cuando me dicen: “No se puede, me parece imposible”, yo les digo que no es imposible. Yo tengo ideas de cómo hacerlo.

–¿Cómo se puede atraer a los inversionistas?

–Con cosas básicas. Este es un país con bajos impuestos. Eso no es todavía suficientemente atractivo. Se necesita seguridad jurídica. Es una gran responsabilidad para el gobierno. También tiene que haber más calidad de energía, no solamente cantidad. Parte de la fórmula de crecimiento es la mano de obra calificada. Paraguay tiene un boom demográfico hoy día que es muy importante. Ahora se les abre a ustedes el riquisimo mercado de la Unión Europea a través del Mercosur. Yo insisto en que Paraguay tiene que dedicarse a explotar la parte verde, como la azúcar orgánica. Los ejemplos que estamos dando no son al azar. Aquí hay mucho azúcar pero no pueden competir con Brasil que avasalla con sus productos baratos. Entonces, algunos decidieron correctamente ir en la otra dirección: hacer un producto premium que cuesta mucho más en el mercado. Consiguieron certificación para este producto elaborado con prácticas laborales éticas, de trato justo. Eso tiene un precio más alto que el azúcar barato de Brasil. El mercado para productos que son orgánicos o que son hechos con energía limpia renovable o que son hechos con mano de obra de prácticas laborales éticas es inconmensurable.

–¿Por qué productos orgánicos?

–La razón es simple. En estos días, la temperatura está rompiendo todos los récords. Es muy caliente en el hemisferio norte. La gente se da cuenta que tiene que combatir el cambio climático haciendo algo desde el punto de vista económico. Segundo, parte del problema de los refugiados en Europa viene de lo mismo. Ellos escapan de sequías prolongadas que les causa hambre y contaminación. Entonces, hay un interés político para resolver los problemas ambientales y de población.

–Los ambientalistas son los que más cuestionan la construcción de represas.

–Yo no estoy en contra de la construcción de represas. Todavía se considera que producen energía limpia. No emite el mismo nivel de carbono. El dinero que ha recibido Paraguay de Itaipú por la venta de su energía a Brasil es importante pero no es lo más valioso. Lo valioso es la electricidad que produce Itaipú. Esa energía, en el mercado paraguayo, usada para industrias, generaría muchísimo más riqueza que la venta a Brasil. También traería más estabilidad en términos de seguridad jurídica. Una política energética organizada traería más institucionalidad y transparencia. El enfoque en renta sin embargo, se consume en intereses rentistas. Enfocarse en la electricidad rinde más dinero y rinde más en estabilidad.

–¿Qué recomienda para el post 2023?

–Yo pienso que Paraguay debe ahora arrancar un plan de industrialización. Eso implica construir nuevas líneas de transmisión. Hay que darle más protagonismo a la Universidad para planificar el desarrollo con sus investigaciones. Todo eso Paraguay debe hacer a partir de ahora, no después de 2023. Hay que aprovechar el superávit eléctrico. Ustedes no dimensionan este recurso que tienen. Es único en el mundo. Dígame qué país tiene un exceso así de energía renovable y limpia. Esto es una joya que se debe usar para atraer inversiones y hacer crecer la industria.

–Estamos en tiempos de negociación. El clima es más bien de confrontación. Se habla de soberanía, de golpear la mesa, afilar cuchillos.

–Es obvio que tienen que ir a la mesa. Ahí tienen que estar autoridades con estatura moral y autoridad política legítima. Tienen que estar representados todos los sectores: asesores especialistas en economía, energía, desarrollo sostenible, derecho internacional, política electoral, historia, ciencias sociales... Después de lo ocurrido con la renuncia del presidente de la ANDE, yo sugeriría al Gobierno que forme ya una mesa donde diferentes sectores pueden preguntar sobre sus dudas; gremios, asociaciones, industriales, partidos políticos, ONG, alumnos o grupos de la universidad. Se tienen que fomentar debates y propuestas. Lo que falta, según veo, es orientación, faltan ideas para ser implementadas. No es necesario regalar electricidad como algunos plantean. La idea es incentivar inversiones estratégicas en compañías sobre todo en compañías que exploten la parte verde, sostenible. Hay que fomentar las investigaciones, no solamente para pintar algo lindo, sino para decir efectivamente cuáles son los pasos que se tienen que tomar.

(holazar@abc.com.py)

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