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–¿Qué proponen ustedes?
–Abueg Palis: Fuimos invitados por la Universidad Nacional a exponer y debatir en unas conferencias esta semana sobre el futuro de la Universidad. Fue un encuentro muy concurrido del que participaron entre 800 y un millar de personas en el campus universitario...
Gloria Bonilla: Nos quedamos con la boca abierta por el subido interés que hubo entre docentes y estudiantes. Hablamos de ética, transparencia, corrupción, el modelo nuevo que se requiere, una democracia diferente, la rendición de cuentas...
Abueg Palis: Hemos analizado entre todos y coincidido en que el mundo ha cambiado, que el modelo de la Universidad es muy viejo y que urge transformarlo en moderno. En Paraguay existe un problema de pobreza, equidad, igualdad y falta de recursos. La Universidad es el ancla que cambia el mundo. Tiene la responsabilidad de responder a esa necesidad de la sociedad.
Gloria Bonilla: Coincidimos en que la transformación de la UNA tiene que ser total, incluida la equidad entre hombres y mujeres en la academia. No se puede seguir dependiendo del Gobierno.
–¿Por qué?
–Gloria Bonilla: Cuando la academia depende totalmente del Gobierno no van a venir los resultados porque el Gobierno no tiene nunca mucho dinero ni nunca tendrá suficiente. Estamos dispuestos a firmar un acuerdo con la UNA para trabajar en cinco áreas de prioridad: ciencias, tecnología, matemática e ingeniería, pero también medio ambiente. Podemos trabajar en proyectos grandes con Naciones Unidas, el Banco Mundial, Usaid, entre otros. Queremos convertir a la UNA en una Universidad de primera clase.
–¿Cómo?
–Palis: Es necesario conocer el amplio espectro de los programas, de los recursos estatales con los que cuenta la UNA a todos los niveles.
Gloria Bonilla: Los docentes son el motor de la transformación. A los docentes se les recompensa por su trabajo a tiempo completo en áreas de investigación, pero vimos que los salarios que tienen en Paraguay son irrisorios. Imagínese, si queremos ser excelentes y preparar a los estudiantes a la excelencia, ellos no pueden tener profesores que se debaten en la pobreza. Hay que cuidarlos, hay que amarlos, pero también hay que recompensarlos y, por supuesto, se les tiene que pedir cuentas. Para eso, la institución tiene que mejorar sus reglamentos, políticas nuevas que representan a la nueva sociedad. La transformación tiene que ser total.
–¿Eso implica un gran nuevo presupuesto?
–Abueg Palis: El presupuesto tiene que cambiar, lógicamente. Tiene que ser más justo, más real. La excelencia no se consigue en un tiempo corto. Excelencia es continuidad, tiempo completo, mejor pago, más mérito y una estructura que responda a eso. En el mundo moderno de hoy día, todos los países son competitivos, y Paraguay está en el medio. Paraguay es un país riquísimo. Los recursos llegan cuando hay innovación, transformación, cuando todo el mundo compite en el mercado nacional y global. Pero si todos aquí permanecemos escondidos, haciendo la misma cosa, con los mismos modelos, eso ya no funciona. El futuro de nuestra Universidad depende de cuán innovadores podemos ser.
–Cómo atravesar el obstáculo del financiamiento.
–El dinero llega cuando hay proyectos innovadores. No hay otra forma. Si tenemos excelencia y proyectos innovadores el dinero llega. Hoy ya no es el Gobierno el que ofrece dinero para los proyectos universitarios. El Gobierno es un componente pequeño de quien va a dar dinero. Hay agentes que tienen mucho dinero. Son los individuos que son ricos en la nación y el mundo como Bill Gates. Tanto él como Usaid o instituciones gubernamentales o de Oenegés, a ellos les interesa invertir en innovación. No dan dinero a instituciones que no sirven. En este mundo de competencia se busca cada vez más la excelencia. La UNA puede estar ahí. La Universidad de la cual soy rector es estatal, lo que quiere decir que parte de los fondos son del Estado. Por mucho tiempo, el 70% de nuestro presupuesto venían del Estado. Hoy está por debajo del 18%.
–¿Qué hicieron?
–Recaudamos fondos con los graduados, con empresarios del sector privado que quieran financiar los proyectos. Esta es una actividad que en Estados Unidos requiere un trabajo de tiempo completo. Tenemos gente que se dedica a buscar esos fondos que necesitamos. Otra forma de hacerlo es aumentando el número de estudiantes que pagan la matrícula. Se puede hacer colaboraciones con otras Universidades haciendo que estudiantes de afuera vengan a la UNA. Otra forma de hacerlo es a través de la investigación y de proyectos que pasen de la investigación a productos reales que se puedan vender, patentar, hacer contratos...
–Hay algunas especialidades que puedan atraer financiamientos?
–Sabemos que la fortaleza de Paraguay es la energía, algo que el mundo necesita mucho. Podemos hacer convenios con compañías del sector privado. El cambio que proponemos depende del factor humano y depende del liderazgo e iniciativa de los responsables de la institución.
–¿Cuál es el trámite para protegerse del lavado de dinero?
–Gloria Bonilla: Nosotros tenemos que pensar en una estructura nueva, que sea responsable, transparente, ética, primero que nada, para poder atraer a la gente que desea donar a la Universidad. Hay que entrenar a los que van a manejar esos fondos. Lo puede administrar una oenegé sin fines de lucro. Los que quieren dar dinero, como el señor Gates, gente que apoya mucho a Paraguay, ellos pueden hacer un regalo, pero necesitamos un sitio que reciba, que sea transparente, ético y que va a ser responsable. Tiene que haber consecuencias si es que se detecta un delito. En Estados Unidos se toman cursos de ética, de transparencia, se tiene que pasar un examen. Hasta los políticos tienen que dar esos cursos...
–¿Por qué no dar esos cursos a en la Universidad para prevenir a la sociedad de potenciales delincuentes de guante blanco?
–Gloria Bonilla: Yo soy educadora. Hay que establecer un programa de educación desde la primaria. Los docentes tienen que estar en condiciones de preparar a sus chicos. Tienen que tener adiestramiento para formar a esas nuevas mentes, con una mentalidad que les forme en democracia, la equidad, la igualdad, para una sociedad responsable. Se puede.
–Hay una materia: Ética pero Corrupción, no hay...
–Pero podemos empezar. Tenemos que tener personas formadas. Se pueden hacer programas certificados de maestría, preparar en administración pública, políticas públicas, meter materias como ética, transparencia. Eso se puede empezar a enseñar para transformar la sociedad. Por eso la Universidad es importante para educar. Los alumnos son el futuro. Podemos hacer centros que se enfoquen en estos temas bien rápido. La Universidad puede hacer todo eso.