Poco después de las 16:30 de ayer un fuerte ruido estremeció las casas aledañas del populoso barrio asunceno.

Gritos de auxilio y pedidos de socorro siguieron al accidente, que se produjo por una posible negligencia en la carga del hormigón armado, según informes preliminares dados a conocer por peritos luego de analizar las evidencias.

Muchos obreros que realizaban movimiento de tierra debajo de la mole de 20 x 20 metros quedaron atrapados.

Tres de ellos murieron aplastados y otros doce sufrieron heridas de diversa gravedad, por lo que fueron derivados a Emergencias Médicas, donde los galenos informaron que al menos cinco quedarán internados porque tienen fracturas y contusiones graves. Los restantes fueron dados de alta.

El local siniestrado está ubicado en un sector populoso de la capital y ocupa un perímetro de al menos 10.000 metros cuadrados.

La empresa constructora, Cociel SA, se encargó de amurallar todo el predio y después inició los trabajos de la subestática, en un área de 40 x 80 metros cuadrados.

Estaban en las tareas iniciales de rellenado del encofrado, cuando repentinamente todo se vino abajo.

Fueron miles de kilogramos de hierro, cemento fresco y madera que se precipitaron desde una altura de 12 metros.
‘‘Todo duró un par de segundos’’, afirmó un obrero mientras lloraba la pérdida de tres compañeros.

Dijo que el accidente no dio aviso previo. ‘‘Todo era normal. No sabemos cómo ocurrió, lo cierto es que estamos milagrosamente vivos’’, precisó.