La primera persona a declarar ayer fue la escribana Lilian Sanabria de Martínez, quien tuvo a su cargo la transferencia del inmueble, explicó que la transacción se efectuó el 14 de junio del 2002 entre el entonces propietario Benigno Miguel Cardozo y el comprador, quien presentó una cédula a nombre de Aldo Simeón Benítez. Ante la fiscalía la notaria identificó a través de fotos al prófugo Osvaldo Villalba como la persona que se presentó con la cédula de Benítez.

Posteriormente, con la declaración del propio Aldo Simeón Benítez, se supo que la cédula utilizada para la transferencia era un documento que el mismo había denunciado como robado en el año 2001, durante un asalto en Lambaré.

La testigo Andrea Centurión, vecina de vivienda en cuestión, identificó a Sebastián Osorio como uno de los ocupantes del inmueble, mientras que el testigo Miguel Angel Matiauda, cobrador de la empresa de recolección de basura El Farol SA, reconoció a Lidia Samudio como la persona que pagaba por dicho servicio.

La identificación se produjo mediante la descripción de los acusados y la ratificación del reconocimiento realizado anteriormente ante el Ministerio Público. No fue posible realizar un reconocimiento directo ante el Tribunal, porque la mayoría de los acusados -entre ellos los citados por los testigos- solicitaron abandonar la sala en forma masiva antes del inicio de las testificales.