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Así dijo ayer uno de los jefes policiales comisionados en la investigación del secuestro de la señora Mariángela Martínez, cuyo seguimiento es dirigido desde el mismo Ministerio del Interior.
La fuente explicó que, oficialmente, los sujetos que mantienen en cautiverio a la ex modelo y empresaria Mariángela Martínez no han dado aún la llamada prueba de vida, elemento vital para que las negociaciones del rescate avancen, de acuerdo con lo señalado.
Paralelamente a esta arista, los agentes no desestimaron ayer que las conversaciones se hayan producido entre los captores y Hugo Talavera Martínez, uno de los hijos de la ex modelo.
Indicaron inclusive que la actitud del joven -quien habría pedido alejamiento de los fiscales y la Policía en la pesquisa- conduce a deducir que existiría intención de que los acuerdos con los captores se reduzcan a un plano estrictamente familiar.
Los informantes explicaron que los acontecimientos se producen paralelamente a una investigación que pretende ahondar en informes del entorno familiar, una de las principales columnas indagadas por los policías, al menos hasta la víspera.
Los rumores de que una vivienda ubicada en el barrio Campo Grande de la capital sería cateada fueron desactivados poco después de que el vocero de la Policía, Crio. Gral. Miguel Centurión, desvirtuara la existencia de una información sólida al respecto.
El citado jefe policial sostuvo igualmente que la situación está igual que cuando comenzó. Dijo que existe una cantidad ínfima de pistas, no obstante, la Policía despliega un trabajo que pretende localizar con vida a la señora Mariángela Martínez.
Por otro lado, el Ministerio Público no ha accedido a información alguna que pudiera conducir a elementos concretos con relación al trasfondo de este secuestro, según los informantes.
ANALIZAN ARISTAS DE CASOS NIKA Y NATALIA
También se ha impulsado a nivel de fiscalía un nuevo análisis comparativo entre los casos Zuccolillo de Zaldívar y María Edith Bordón de Debernardi, dijeron fuentes judiciales.
Los analistas de inteligencia policial y la fiscalía impulsan nuevamente las averiguaciones a partir de que dos sospechosos fueron individualizados por Natalia. Sorprendentemente, serían miembros de la misma banda que secuestró a Nika Debernardi y que perpetró un atraco al BNF de Choré en 1997, según la presunción.
Uno de los presuntos responsables de haber tomado a Nika el 16 de noviembre del 2001 en Ñu Guazú, De los Santos Saldívar, fue plenamente identificado por Natalia como uno de los hombres que la atacaron el 4 de diciembre del 2002 en Gómez Brizuela casi Julio Correa.
Otra persona de quien Natalia dijo era muy parecida a otra de sus victimarios fue el dirigente de extrema izquierda Pedro Maciel Cardozo.
Maciel era dirigente del partido Patria Libre y ex convicto en el atraco al BNF de Choré del 97, al igual que los ex seminaristas Alcides Oviedo Brítez y Gilberto Setrini. Estos dos últimos, a su vez, están implicados en el caso de Nika.
A todo esto se suma que Nika Debernardi comentó a la fiscalía a poco de ser liberada que, durante su cautiverio, su "guardia bueno" -Oviedo Brítez- le había señalado que la siguiente víctima de la serie secuestros planificada era la familia Zuccolillo.
Aquel 4 de diciembre Natalia manejaba su automóvil cuando otro coche -con tres sujetos armados a bordo- le cerró el paso. Mediante rápida y muy arriesgada maniobra, la hija de nuestro director consiguió escapar de sus potenciales captores.