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Los secuestradores habrían decidido bajar la suma de dinero exigida como rescate tras los sucesivos contactos establecidos con Hugo Talavera Martínez, hijo de la ex top, quien intervino desde un inicio en las negociaciones.
Las distintas maniobras llevadas a cabo por el joven en un intento de reunir esa cantidad de dinero constituye un elemento significativo para deducir que los sujetos que mantienen en cautiverio a Mariángela Martínez bajaron enormemente sus pretensiones económicas, según las fuentes policiales.
Sin embargo, ninguna autoridad policial ni integrante del entorno familiar admitió públicamente el dinero requerido por los sujetos que llevaron a la ex modelo del parque Ñu Guazú minutos después de que dejara estacionada su camioneta Mercedes ML-320 para hacer footing.
LARGA ESPERA
El comandante de la Policía, Tomás Ismael Chamorro, llegó a la citada unidad alrededor de las 22:00 del viernes y mantuvo una reunión con los principales encargados de la investigación. Las posibilidades de que el caso podía llegar a un final quedaron desvirtuadas poco después de las 02:00 de la víspera, luego de que los agentes indicaran que los secuestradores no volvieron a contactar.
Todo el día de ayer, los movimientos dentro y fuera de la casa de Mariángela Martínez -ubicada en el barrio Mburucuyá de la capital- fueron intensos. Varios vehículos, la mayoría con vidrios polarizados, entraron y salieron en repetidas oportunidades del inmueble sin que nadie brindara una información sobre el ambiente que dominaba a los familiares de la víctima.
Las fiscalas Clara Ruiz Díaz y Cynthia Lovera volvieron a entrevistarse con efectivos policiales hasta el mediodía de ayer, paralelamente al recorrido de grupos satélites de la Policía que patrullan la capital en busca de datos que conduzcan a localizar el lugar de cautiverio de la ex modelo.