Richard Ramón Acosta Cardozo, de 33 años, estaba preso en la Penitenciaría Nacional desde noviembre de 2002, luego de ser detenido como supuesto integrante de una banda que el 6 de ese mes secuestró a Silvio Marecos, a su esposa Wilma Irene Bogado y al hijo de ambos, Ronald Oliver Marecos, que entonces tenía 13 años. El hecho había ocurrido en la ciudad de San Lorenzo y los afectados pagaron unos 100 millones de guaraníes y un kilo y medio de oro como rescate.

Días después del suceso, Acosta Cardozo fue arrestado al igual que otros sospechosos, y el 13 de noviembre de 2002 pasó a guardar reclusión a la cárcel, acusado de "hecho punible contra la propiedad y la libertad".

La fuga, según las autoridades penitenciarias, habría ocurrido entre las 15:00 y 17:00 del miércoles, pero se descubrió recién ayer a la mañana, luego del cambio de guardia, a las 7:00.

Las primeras investigaciones señalan que Acosta Cardozo salió por la entrada principal, oculto dentro de un congelador de dos puertas, perteneciente a los reclusos, que fue retirado presuntamente para mantenimiento y alzado a una camioneta particular, cuyas características se desconocen.

En el hecho estarían involucrados guardias del penal y se abrió una investigación interna. En su declaración en el sumario interno, Marciano Duarte, del portón Nº 2, y Osvaldo Ramírez, del Nº 6, coincidieron en señalar que la salida del congelador fue autorizada por Gregorio Gaona, oficial de guardia, quien incluso acompañó la carga hasta que fue alzada a la camioneta.

Este también se encontraba conversando con el reo Acosta Cardozo minutos antes de la salida del electrodoméstico, dijeron los porteros. Gaona entregó su guardia a las 7:00 de ayer y hasta anoche no se tenían noticias de él.