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La carga fue traída de Argentina por la firma YPF S.A. para supuestamente transferirla a la empresa Real I.M.S.P.S.A., de la que también es propietario Morínigo, de acuerdo con los datos suministrados.
La cisterna fue ingresada por Puerto Falcón por la agencia Avalos, según un registro fechado el 22 de noviembre pasado.
"Se realizaron un total de doce importaciones en lo que va del año, lo que equivaldría a 300 toneladas aproximadamente. Pero eso lo hicieron con otro arancel que no estaba especificado como controlado", explicó Federico Pefferkorn, jefe del Departamento de Registros y Fiscalización de Estupefacientes de la Senad.
Cuando se iniciaron las investigaciones, la importación de la sustancia se efectuó dentro del marco establecido en el código arancelario. Sin embargo, tanto la firma Petroquim como Real I.M.S.P.S.A. no contaban con la autorización del registro habilitante del Ministerio de Salud Pública y la Senad en el momento en que se produjo la compra en el exterior.
La Senad alertó del hecho a la Dirección General de Aduanas, que inmediatamente dispuso la retención del cargamento.
Más tarde, se dio lugar a la verificación del producto, en la que intervinieron autoridades de la Senad, Interpol y funcionarios de la Dirección General de Aduanas.
Posteriormente, se constituyó en el lugar una comitiva judicial encabezada por el fiscal Rubén Villalba, quien dijo que dispuso la retención de la carga hasta obtener una autorización judicial para su análisis.
Según las explicaciones, el tolueno es una de las sustancias utilizadas en los campamentos colombianos, peruanos y bolivianos en el proceso de elaboración de la pasta básica para la obtención final de la cocaína.