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Una mujer que mató a su ex marido a tiros fue condenada ayer a dos años de prisión. La condena fue sustituida por donación y trabajos comunitarios. La sentencia fue dictada por el juez de garantías Gustavo Amarilla, quien calificó el caso como homicidio doloso con reproche reducido.
La condenada es María Angela Frutos, quien en la tarde del 7 de mayo del año pasado mató de cinco balazos al despachante de aduanas Cenén Ramón Galeano Ayala.
El crimen ocurrió en un departamento, en el 8º piso del edificio Panorámico, ubicado en las céntricas calles Benjamín Constant 643 entre OLeary y 15 de Agosto, donde residía la mujer.
El caso fue calificado en un principio como homicidio doloso, pero la investigación cambió el rumbo del caso.
Amarilla explicó que el crimen fue considerado con reproche reducido, porque la mujer cometió el crimen en un momento de desesperación, debido a que Galeano prácticamente atropelló su domicilio.
Según los datos, la puerta del departamento fue forzada y la mujer fue agredida por el ahora fallecido.
El magistrado explicó que el despachante tenía prohibición judicial de acercarse al domicilio, debido a los antecedentes de violencia denunciados por su ex pareja.
También fue considerado por el juzgado el hecho de que la pistola utilizada por la mujer había sido llevada por Galeano.
Tras dar a conocer la condena, Amarilla dispuso la suspensión condicional de la misma y la obligación de donar G. 10 millones al Hospital Neurosiquiátrico y realizar trabajos comunitarios en la parroquia de su barrio.
La fiscala Teresa Sosa estuvo de acuerdo con la decisión adoptada por el juzgado.
La condenada es María Angela Frutos, quien en la tarde del 7 de mayo del año pasado mató de cinco balazos al despachante de aduanas Cenén Ramón Galeano Ayala.
El crimen ocurrió en un departamento, en el 8º piso del edificio Panorámico, ubicado en las céntricas calles Benjamín Constant 643 entre OLeary y 15 de Agosto, donde residía la mujer.
El caso fue calificado en un principio como homicidio doloso, pero la investigación cambió el rumbo del caso.
Amarilla explicó que el crimen fue considerado con reproche reducido, porque la mujer cometió el crimen en un momento de desesperación, debido a que Galeano prácticamente atropelló su domicilio.
Según los datos, la puerta del departamento fue forzada y la mujer fue agredida por el ahora fallecido.
El magistrado explicó que el despachante tenía prohibición judicial de acercarse al domicilio, debido a los antecedentes de violencia denunciados por su ex pareja.
También fue considerado por el juzgado el hecho de que la pistola utilizada por la mujer había sido llevada por Galeano.
Tras dar a conocer la condena, Amarilla dispuso la suspensión condicional de la misma y la obligación de donar G. 10 millones al Hospital Neurosiquiátrico y realizar trabajos comunitarios en la parroquia de su barrio.
La fiscala Teresa Sosa estuvo de acuerdo con la decisión adoptada por el juzgado.