El domingo 25 de junio la avioneta Cessna, modelo Aircraft con matrícula ZP-TIO, fue hallada por los antidrogas en el aeroplano Ikañymby de Bella Vista, en pleno reabastecimiento de combustible. Acababa de llegar de la pista de la agroganadera San Antonio, propiedad de Víctor Raúl D’Ecclesiis, donde dejó un cargamento de cocaína.

Tras las averiguaciones, los intervinientes constataron que la nave fue liberada el 8 de junio por el magistrado Carlos Sosa Vera, luego de quedar depositada en el hangar Decsa (cerca del aeropuerto internacional "Silvio Pettirossi") desde noviembre del año pasado, tras caer con 600 kilos de "macoña" en Paso Barreto, Concepción, en un operativo realizado por Narcóticos de la Policía.

Los antidrogas manifestaron sus serias dudas sobre el dictamen del juez Sosa Vera, quien sospechosamente liberó la nave bajo el alegato de que la marihuana no se encontraba dentro de ella, sino a 100 metros.

Sin embargo, siguiendo con la pesquisa los agentes de la Senad descubrieron que el 25 de mayo la avioneta fue sometida a una inspección en el hangar Decsa, precisamente para obtener el Certificado de Aeronavegabilidad. Cinco días después este documento ya fue otorgado por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), llamativamente antes de que la nave sea liberada por el juzgado.

El fiscal Arnaldo Giuzzio y los antidrogas buscan determinar el grado de responsabilidad de los funcionarios de la Dinac y del juez de Concepción, Carlos Sosa Vera, en la sospechosa liberación y habilitación de la referida avioneta.

Según los investigadores, al día siguiente de su liberación, la nave fue retirada de Asunción y llevada a Pedro Juan Caballero por los dos pilotos detenidos en Bella Vista, Ilmar Souza Chaves y Christian Adilson Villaalta. El primero, por no contar con habilitación para pilotar, figura que viajó como pasajero. Ambos trabajan juntos desde hace varios años, conforme a los datos.