Militar acusado de golpear a menor puede ir hasta 25 años en prisión

El Tte. de navío Alfredo Monges Romero podría recibir la pena máxima (25 años) si es que los informes médicos confirman que su hijastra fue víctima de golpes que pudieron costarle la vida. Todo dependerá de que la fiscala Elsa Idoyaga demuestre con pruebas, en un eventual juicio oral y criminal, que el uniformado, además de ser supuesto torturador, podría ser un homicida.

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La fiscala Idoyaga imputó a Monges por el delito de tentativa de homicidio que tiene una expectativa de pena de hasta 25 años de cárcel y por lesión grave, delito para el cual el Código contempla una una sanción de 10 años de prisión.

La fiscala de Limpio, Elsa Idoyaga, aguarda los informes de los médicos de Emergencias Médicas y de otros especialistas que atendieron a Natalia A. (7), a quien se la torturó sistemáticamente.

Esos informes serán remitidos para una opinión del médico forense del Poder Judicial y si revelan que tiene una gravedad de tentativa de homicidio, la representante del Ministerio Público podría solicitar los 25 años de cárcel en un eventual juicio oral y público.

La fiscala también aguarda el informe de la División Criminalística para confirmar si la niña fue víctima de abuso sexual.
Monges se encuentra recluido desde el pasado martes a la tarde en la Penitenciaría Nacional, en la sala de admisión, junto a otro grupo de presos que no mantiene contacto con los miembros de la población.

La sala de admisión está ubicada en las cercanías de la dirección de la Penitenciaría y alejada de la población penal.

Ayer, Monges permitió que se lo fotografiara en el lugar de reclusión como una forma de demostrar que ya se encuentra recluido dentro de la Penitenciaría Nacional.
Pidió disculpas y no declaró, porque primero debía hablar con su abogado, según manifestó.

La defensa del imputado tiene tiempo hasta el próximo viernes para recurrir la resolución por la cual la jueza María Teresa González de Daniel dispuso que sea remitido a la Penitenciaría Nacional.

El estatuto militar establece que un miembro activo de esa institución debe guardar reclusión en una sede castrense.


DECLARACIÓN

- La próxima semana serán citados a prestar declaración indagatoria el Tte. Alfredo Romero Monges y su pareja Anselma Ferreira.

- Mientras tanto, la pequeña Natalia sigue internada en el sanatorio Italiano con la custodia de policías y miembros de la seguridad del nosocomio.

- El caso está a cargo de la jueza María Teresa González de Daniel, cuya jurisdicción abarca la ciudad de Limpio, en donde se registraron los excesos de los cuales fue víctima la niña de siete años.


GARANTIZAN QUE UNIFORMADO SEGUIRÁ EN TACUMBÚ

El comisario general (SR) Santiago Flores Torres, director de la Penitenciaría Nacional, dijo que garantizará la presencia del militar Alfredo Monges Romero en la referida institución carcelaria.

A pedido del director, hay un guardia permanente de dos agentes de la Policía Nacional frente a la cárcel de Tacumbú, como así también se reforzó la seguridad en el interior a cargo de los guardiacárceles.

Flores Torres explicó que el militar ya fue fichado y que ahora aguarda el informe de un sicólogo que lo observó para decidir su lugar definitivo de reclusión.

Por el momento, se mantendrá en la sala de admisión, en donde no corre peligro de ser víctima de algún tipo de represalia por parte de internos que repudien los hechos que se le acusa.

La presencia del militar llamó la atención de todos los funcionarios, ya que es la primera vez que un funcionario castrense es recluido en una cárcel civil.

Fuentes de la Penitenciaría señalaron que el coronel retirado Lucio Esquivel está recluido -por un proceso de tráfico de pieles- en el sector de la chacra.

Recordaron que también estuvo en la cárcel el Cnel. (SR) Luis Ocampos por un caso de estafa y otro capitán, también retirado de apellido Falcón.

Pero nunca preso en esa cárcel civil un militar activo.
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