En la madrugada del 16 de julio pasado, Mauricio García fue brutalmente golpeado en las inmediaciones de la lomitería Barbú, en la vía pública Aviadores del Chaco y San Martín. Testigos del caso hablan de un grupo de aproximadamente diez personas que no escatimaron fuerzas para patear repetidas veces al joven, cuando este se hallaba tendido en el piso, inconsciente.

Traumatismo de cráneo encefálico, traumatismo abdominal cerrado, lesión traumática del páncreas, sección transversal en zona de unión entre cuerpo y cola con pancreatits aguda necrotizantes de la zona retroperitoneal, contusión cerrada de 3ª porción del duodeno, exclusión función del riñón izquierdo (80%), probable lesión vascular, contusiones múltiples y herida en el lóbulo de la oreja izquierda, fue el diagnóstico inicial de García, suficientemente contundente para demostrar el grave daño causado al joven.

Ayer, Mauricio, 20 años de edad, estudiante del primer año de márketing en la Universidad Americana, cumplió siete semanas de internación en el Sanatorio Adventista. Dos intervenciones quirúrgicas, más de veinte días en terapia intensiva -unidad a la que regresó el martes pasado luego de la segunda cirugía realizada a raíz de una infección- no son suficientes aún para asegurar un panorama alentador. Si bien Mauricio presentó un cuadro estable en las últimas horas, afebril, Fausto García, padre del joven, comentó ayer que los médicos siguen cautos al respecto y aclaran que el universitario sigue con respirador mecánico, su situación es delicada y el pronóstico sigue reservado.

En el plano judicial, la situación es similar. Los cuatro jóvenes procesados por lesión grave ya abandonaron la cárcel, por falta de evidencias. Otros jóvenes recientemente incluidos en el proceso, fueron imputados por omisión de auxilio.

Ni los procesados ni los más de veinte testigos citados a declarar en el caso, pudo ver a ninguno de los integrantes del grupo que golpeó a Mauricio. La fiscalía, al parecer imposibilitada de profundizar la investigación sin la participación directa de la víctima, conduce el proceso con rumbo incierto, que ojalá no derive en el clásico oparei.


LOS PROCESADOS

Por lesión grave:
Guillermo Martín I. C.

José Luis Galilea Silva
Hugo Camperchioli Lippman
Ariel Somoza Fustagno

Por omisión de auxilio:
Víctor Antonio F. F.

Juan Manuel A. G.
Bernardo Sánchez Benítez
Sebastián Taveira Gómez

Instigación a la omisión de auxilio:
Bruno Luis Zubizarreta Caballero.