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La Policía Nacional enfrenta una nueva crisis moral a raíz de los últimos episodios en los cuales varios de sus integrantes se involucraron en actos delictuosos, la sustracción de fusiles, denuncias de coimas y el escandaloso caso de la compra de exámenes en la Academia policial. La inconducta de los agentes desacredita a la institución.
Una seguidilla de episodios acontecidos desde principios del año pusieron a la Policía Nacional bajo la lupa de las autoridades nacionales.
La participación de sus agentes en hechos delictivos, la sospechosa sustracción de armas de los cuarteles policiales, denuncias de coima y hasta el escandaloso caso de la compra de exámenes detectado en la Academia de Policía demostraron una vez más la triste realidad existente en la institución encargada de velar por el orden público y la seguridad ciudadana.
"No podemos dañar esa realidad. Pero a la vez nos permite retomar impulso porque no podemos permitir que esto continúe de esa manera", señaló el jefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional, comisario principal Nicasio Villalba.
"Nosotros debemos implementar algunas estrategias y medidas o tarde o temprano vamos a darle una solución a esta problemática", alegó el jefe policial.
La inversión en recursos humanos y el mejoramiento de la calidad de vida de los agentes aparecen como probables soluciones a esta crisis. Sin embargo, esas necesidades no son justificativos para que los uniformados actúen al margen de la ley.
"No debe haber ninguna consideración desde el punto de vista de la institución hacia los efectivos policiales que incumplen con la ley, o sea con los que delinquen", sostuvo Villalba.
"La Policía tiene que implementar un plan y dar un mayor énfasis a esta situación, para que de aquí a un corto plazo se pueda tratar de detectar a aquellos agentes que denigran nuestra institución", puntualizó.
"Desagrada que haya policías que actúan de esa manera, pero nosotros no podemos caer y desesperarnos, porque existen agentes que hacen muy bien su trabajo. Nosotros tenemos un compromiso sagrado de cumplir una misión importante dentro de la sociedad", finalizó el jefe policial.
Una seguidilla de episodios acontecidos desde principios del año pusieron a la Policía Nacional bajo la lupa de las autoridades nacionales.
La participación de sus agentes en hechos delictivos, la sospechosa sustracción de armas de los cuarteles policiales, denuncias de coima y hasta el escandaloso caso de la compra de exámenes detectado en la Academia de Policía demostraron una vez más la triste realidad existente en la institución encargada de velar por el orden público y la seguridad ciudadana.
"No podemos dañar esa realidad. Pero a la vez nos permite retomar impulso porque no podemos permitir que esto continúe de esa manera", señaló el jefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional, comisario principal Nicasio Villalba.
"Nosotros debemos implementar algunas estrategias y medidas o tarde o temprano vamos a darle una solución a esta problemática", alegó el jefe policial.
La inversión en recursos humanos y el mejoramiento de la calidad de vida de los agentes aparecen como probables soluciones a esta crisis. Sin embargo, esas necesidades no son justificativos para que los uniformados actúen al margen de la ley.
"No debe haber ninguna consideración desde el punto de vista de la institución hacia los efectivos policiales que incumplen con la ley, o sea con los que delinquen", sostuvo Villalba.
"La Policía tiene que implementar un plan y dar un mayor énfasis a esta situación, para que de aquí a un corto plazo se pueda tratar de detectar a aquellos agentes que denigran nuestra institución", puntualizó.
"Desagrada que haya policías que actúan de esa manera, pero nosotros no podemos caer y desesperarnos, porque existen agentes que hacen muy bien su trabajo. Nosotros tenemos un compromiso sagrado de cumplir una misión importante dentro de la sociedad", finalizó el jefe policial.