Hallan enterrada y estrangulada a la universitaria en Paraguarí

PARAGUARI. (Catalino Ibarra, corresponsal y enviados especiales). Un trágico desenlace tuvo ayer la historia que se había iniciado con la desaparición de la estudiante Luz María Ruiz Díaz Zubeldía (19), quien fue estrangulada por su novio el subteniente de artillería Rubén Darío Colmán y enterrada en un desolado paraje ubicado en las inmediaciones de la estancia Cerro Porteño. El hallazgo del cadáver puso fin a una terrible odisea familiar que ahora enfrenta las consecuencias de un acto en el que se conjugaron premeditación, celos y rencor.

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El cadáver de la estudiante fue hallado en un alejado paraje ubicado a unos 7 kilómetros del centro de esta ciudad, en el predio de la estancia Cerro Porteño, propiedad de Cesareo Nicora Giménez.

La improvisada tumba constituye parte de un lugar histórico donde existen algunas fosas en las que los pobladores buscaban ‘‘plata yvyguy’’. El cuerpo fue tapado con grandes piedras y mucha arena.

El hallazgo fue posible mediante la ‘‘colaboración’’ que efectuó el taxista Luis Espínola, oriundo de esta ciudad, quien dijo haber sido obligado a punta de pistola por el militar a que este le ayudara a enterrar el cuerpo de la joven. La estudiante habría sido secuestrada e inmediatamente estrangulada por su pareja en la mañana del miércoles 20 pasado en San Lorenzo. El militar no se habría controlado ante el desenfrenado acto posesivo que mantenía sobre su pareja, quien tenía la intención de dejarle.

SE PASEO CON EL CADAVER EN LA VALIJERA

El subteniente de artillería Rubén Darío Colmán acompañó a los padres de Luz María hasta la fiscalía de San Lorenzo para realizar la correspondiente denuncia sobre la desaparición de la menor de las inmediaciones de la ciclovía de la citada comunidad, el miércoles a la mañana.

En ese instante, la universitaria ya se encontraba sin vida en la valijera del automóvil del militar, según indicó la fiscala de la unidad penal de San Lorenzo, Blanca Agüero, responsable de la investigación.

La versión fue corroborada inclusive por otros familiares de la asesinada. Colmán inclusive oró con la familia afectada para que la menor apareciera muy pronto.

Más tarde este se trasladó hasta esta capital departamental y contactó con Espínola para ‘‘ayudarle’’ en un trabajo.

Luis Espínola confesó ante la agente fiscal que Colmán se puso en contacto con él el mismo día de la desaparición de la mujer. Colmán alzó en su vehículo a Espínola y ambos se dirigieron hacia el Cerro Porteño.
En el trayecto, el uniformado se dirigía a un rumbo desolado y comunicó al taxista que debía ayudarle a deshacerse del cuerpo. Ante la negativa de Espínola, el militar supuestamente lo obligó a enterrar el cadáver.

UNA PATOLOGÍA QUE PROPICIA LA MUERTE

El médico siquiatra Manuel Fresco dijo ayer que los celos forman parte de las emociones normales de los seres humanos, al explicar las aristas de una de las posibles razones manejadas por la fiscalía como la causa que habría motivado que el subteniente Rubén Darío Colmán ultimara a su pareja.

‘‘Se tiene que diferenciar los celos normales y los celos patológicos. Los normales son los de sentimiento de cuidado, de protección, de seguridad, hacia la persona que uno quiere. Uno tiene miedo de perder a la persona amada. Y la celotipia es una patología o una enfermedad que se caracteriza por celos excesivos que pueden llegar incluso al delirio de celos’’, dijo el especialista.

‘‘Esta manifestación puede ocurrir en trastornos siquiátricos muy severos o pueden ser síntomas que aparecen frecuentemente asociados a consumo de drogas o alcohol. Y en estas circunstancias, la persona puede cometer todo tipo de agresiones, incluido el homicidio. No es raro que personas con estas patologías asesinen a sus parejas o a sus ex parejas’’, dijo Fresco.

FISCALA SOSTIENE QUE NO EXISTE EL ‘‘CRIMEN PERFECTO’’

La fiscala Blanca Agüero dijo ayer que no existe ningún ‘‘crimen perfecto’’ y que ella en particular le confesó a Colmán que tarde o temprano se sabría sobre la desaparición de la estudiante.

Los primeros elementos incriminatorios en contra del militar fueron los restos de cabellos y sangre hallados en su coche, un Chevrolet tipo Vectra.

Tras la desaparición de Luz María, Colmán fue el principal sospechoso del hecho por la sinuosa relación sentimental que ambos mantenían desde hace unos meses.

La unión sentimental pasaba últimamente por malos ratos, pues la joven confesó a sus compañeros universitarios su decisión de abandonar la relación. Colmán habría tomado la criminal acción luego de enterarse de que su pareja tenía otro joven como compañero, según corroboró la fiscala Agüero.

RECIBIÓ MENSAJES DE AMENAZA EN SU TELÉFONO CELULAR

Uno de los amigos de Luz María Ruiz Díaz Zubeldía sostuvo ayer que la joven recibió una amenaza en su teléfono celular a través de un sistema de mensajes.

‘‘Le enviaron un mensaje en el que le dijeron que ella y su novio iban a sufrir un accidente, que algo les iba a pasar’’, indicó Hugo Alfonzo (21), quien vive a unas pocas cuadras de la vivienda de la víctima.

‘‘No sabemos nosotros si ellos tenían algún tipo de problema o algo así. Ella tenía pretendientes que querían llegar a la casa’’, indicó.

Más de una decena de compañeros y amigos de la universitaria siguieron de cerca la búsqueda que tuvo ayer un trágico final.


CRONOLOGIA DE LA TORMENTOSA ODISEA FAMILIAR

Martes 19

Luz María Ruiz Díaz Zubeldía y su novio el subteniente de artillería Rubén Darío Colmán fueron a un balneario acompañados de familiares. En el sitio la joven habría decidido romper relaciones sentimentales.


Miércoles 20:

A las 07:30, la estudiante universitaria salió de su casa de San Lorenzo con destino a la ciclovía. Nunca llegó a destino. Por el camino el militar secuestró y mató a su pareja. Introdujo en la valijera de su auto y la ‘‘paseó’’ desde allí a Paraguarí y viceversa.


A las 14:00, el militar fue avisado de la desaparición de la joven. Supo a través de la madre, Matilde Zubeldía. Acompañó inclusive a familiares de la víctima hasta la fiscalía para realizar la denuncia. El cadáver estaba en la valijera.


A las 19:45, Colmán contactó con el taxista Luis Carlos Espínola, quien días antes le ofreció un autorradio. Luego de encontrarse, el militar le dijo que debían realizar un ‘‘trabajo’’. Le comentó las circunstancias del hecho. Ante la negativa del taxista, el militar desenfundó su 9 mm. y le intimó a que enterrara el cuerpo.


A las 22:30, el subteniente, ayudado por Espínola, llevó sobre su hombro el cadáver a unos 700 metros del camino vecinal y utilizó una fosa existente para a enterrar el cuerpo sin vida de la novia. Paralelamente, la fiscala Blanca Agüero y un grupo de investigadores realizaron varios allanamientos en Paraguarí, incluidas las casas de Colmán, Espínola y de otros allegados.


Martes 26

A las 22:30, el taxista Espínola contactó con el periodista Reinaldo Gayoso y le comentó su participación en el hecho. Le pidió garantías para entregarse y a la vez mostrar el sitio donde había sido enterrada Luz María.


A las 23:00, la fiscala Blanca Agüero imputó al taxista y al militar de artillería por el secuestro y asesinato de la estudiante.


Miércoles 27

A las 05:00, la fiscala Blanca Agüero y sus colaboradores llegaron a la casa de Gayoso y luego al domicilio de Espínola. Una hora después la comitiva ya estaba en el sitio donde debía desenterrar a la estudiante. Agentes de Criminalística de la Policía y Bomberos Voluntarios de Paraguarí rescataron el cadáver luego de tres horas de intenso trabajo que se inició cerca de las 08:00.


FUENTE: Declaración del taxista Espínola y la fiscala Blanca Agüero.
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