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Aunque se desconocen las causas de este crimen, investigadores locales estiman que el caso tendría un trasfondo pasional o de venganza.
Según los datos, Fernández Traversi había visitado su establecimiento ganadero, donde en horas de la noche del lunes compartió una cena con el capataz de la hacienda, el señor Lorenzo Larramendi, y otras personas.
EL ATAQUE
Al término de la cena, alrededor de las 23:45, Fernández Traversi se preparó para regresar a su domicilio en esta ciudad, pero cuando abrió el portón de su local para luego abordar su camioneta, fue atacado por el desconocido que estaba encapuchado.
Aprovechando la oscuridad y la forma solitaria en que se encontraba el entonces presidente de la seccional colorada número 2 de Villarrica, el atacante con rostro oculto aplicó dos puñaladas al político.
Ya herido, Fernández Traversi caminó unos 20 metros, trató de pedir ayuda, pero se desplomó mientras el asesino huía del sitio al tiempo que el capataz Larramendi se movilizaba para socorrer a su patrón.
Sangrante, débil y prácticamente inmóvil, el herido fue trasladado hasta el hospital regional de Villarrica donde los esfuerzos médicos fueron vanos porque el dirigente colorado ya estaba muerto.
El ahora extinto tenía dinero y joyas, pero el delincuente no le arrebató esos bienes, observaron los investigadores al anunciar que la investigación del caso quedó a cargo de la fiscala Mirna Rivas Contreras.
Entre tanto, los investigadores analizan varias hipótesis sobre el crimen, pero la suposición más fuerte es la que habla de un presunto trasfondo pasional. Por ello, los encargados de las pesquisas comenzaron a estudiar todos los antecedentes personales y familiares del asesinado, indicaron fuentes policiales.
Según los datos, Fernández Traversi había visitado su establecimiento ganadero, donde en horas de la noche del lunes compartió una cena con el capataz de la hacienda, el señor Lorenzo Larramendi, y otras personas.
EL ATAQUE
Al término de la cena, alrededor de las 23:45, Fernández Traversi se preparó para regresar a su domicilio en esta ciudad, pero cuando abrió el portón de su local para luego abordar su camioneta, fue atacado por el desconocido que estaba encapuchado.
Aprovechando la oscuridad y la forma solitaria en que se encontraba el entonces presidente de la seccional colorada número 2 de Villarrica, el atacante con rostro oculto aplicó dos puñaladas al político.
Ya herido, Fernández Traversi caminó unos 20 metros, trató de pedir ayuda, pero se desplomó mientras el asesino huía del sitio al tiempo que el capataz Larramendi se movilizaba para socorrer a su patrón.
Sangrante, débil y prácticamente inmóvil, el herido fue trasladado hasta el hospital regional de Villarrica donde los esfuerzos médicos fueron vanos porque el dirigente colorado ya estaba muerto.
El ahora extinto tenía dinero y joyas, pero el delincuente no le arrebató esos bienes, observaron los investigadores al anunciar que la investigación del caso quedó a cargo de la fiscala Mirna Rivas Contreras.
Entre tanto, los investigadores analizan varias hipótesis sobre el crimen, pero la suposición más fuerte es la que habla de un presunto trasfondo pasional. Por ello, los encargados de las pesquisas comenzaron a estudiar todos los antecedentes personales y familiares del asesinado, indicaron fuentes policiales.