Sin embargo, mencionó que pese a estos documentos, los herederos de su esposo pretenden apropiarse de dichas acciones, según puede constatarse en el juicio de sucesión.
Pérez Falabella aseguró que ni el extinto Tito Scavone ni ella procedieron a la venta de dichas acciones, por lo cual, actualmente le corresponde el 50% de las mismas, ya que el 50% restante debe ir al acervo hereditario.
En el supuesto caso de que el empresario Scavone haya decidido vender dichas acciones, necesariamente debió contar con el endoso de su esposa Fátima Pérez. Agregó que no existe ningún recibo o documento que pruebe el traspaso de las acciones, lo que demostraría que pretende despojarla de lo que legítimamente le pertenece.
Agregó que quienes pretenden apropiarse de las acciones de Bepsa son Eleonora Scavone y Joaquín Clavell, hija y yerno de Tito Scavone, quienes fueron denunciados en la fiscalía.
Los denunciados sostienen que la transferencia física de las acciones se concretó entre el 26 y 27 de junio de 1997 en la oficina central del Lloyds Bank. Pero según Pérez Falabella, esto es imposible ya que la firma Ahorros Paraguayos y el Banco Unión ya estaban intervenidos por la Superintendencia de Bancos para el 16 de junio de ese año, lo que imposibilitaba realizar la operación de transferencia.