Para la defensora de la Niñez y la Adolescencia, Bettina Ovando, es imposible aplicar las medidas de protección previstas en el código con la infraestructura con que cuenta actualmente el Estado, debido a que la misma no cubre las necesidades existentes.
"En realidad, es imposible llevar a cabo eso. ¿Por qué? ¿Qué pasa si hoy planteo una pérdida o una suspensión de la patria potestad de una madre con respecto a una madre de cinco niños? ¿Qué hago con esos niños si el Estado no da un hogar abrigo que esté en condiciones de albergarlos y de darles lo que una familia les daría, una familia sustituta tampoco tengo? Entonces, otra vez me encuentro limitada en mis actuaciones", explicó.
Infraestructura insuficiente
La defensora dijo que si bien se están haciendo muchas cosas, la capacidad económica no abarca todas las necesidades existentes.
En este sentido, confirmó la carencia de hogares estatales para enviar a los niños rescatados de sus familias, ya que los pocos abrigos existentes en su mayoría particulares no cuentan con plazas disponibles, que a su vez a veces están limitadas por clasificación según edad o sexo, de acuerdo a reglas de cada local.
Otro problema que se da es que no se puede enviar al niño a cualquier lugar, sino que se tiene que buscar un lugar adecuado para la problemática que le afecta. Ello es así debido a que hay niños víctimas de abusos sexuales, otros con problemas de adicción y una infinidad de situaciones que deben ser evaluadas al momento de elegir el hogar adecuado, para que la medida pueda ser efectiva, en el sentido de que conlleve un efecto positivo en el niño.
Círculo vicioso
"Y ahí nos quedamos donde empezó el problema, todo pasa porque realmente no hay infraestructura y es un círculo vicioso. Comienza y vuelve a terminar donde vuelve a comenzar", acotó.
"En realidad, es imposible llevar a cabo eso. ¿Por qué? ¿Qué pasa si hoy planteo una pérdida o una suspensión de la patria potestad de una madre con respecto a una madre de cinco niños? ¿Qué hago con esos niños si el Estado no da un hogar abrigo que esté en condiciones de albergarlos y de darles lo que una familia les daría, una familia sustituta tampoco tengo? Entonces, otra vez me encuentro limitada en mis actuaciones", explicó.
Infraestructura insuficiente
La defensora dijo que si bien se están haciendo muchas cosas, la capacidad económica no abarca todas las necesidades existentes.
En este sentido, confirmó la carencia de hogares estatales para enviar a los niños rescatados de sus familias, ya que los pocos abrigos existentes en su mayoría particulares no cuentan con plazas disponibles, que a su vez a veces están limitadas por clasificación según edad o sexo, de acuerdo a reglas de cada local.
Otro problema que se da es que no se puede enviar al niño a cualquier lugar, sino que se tiene que buscar un lugar adecuado para la problemática que le afecta. Ello es así debido a que hay niños víctimas de abusos sexuales, otros con problemas de adicción y una infinidad de situaciones que deben ser evaluadas al momento de elegir el hogar adecuado, para que la medida pueda ser efectiva, en el sentido de que conlleve un efecto positivo en el niño.
Círculo vicioso
"Y ahí nos quedamos donde empezó el problema, todo pasa porque realmente no hay infraestructura y es un círculo vicioso. Comienza y vuelve a terminar donde vuelve a comenzar", acotó.