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PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, redacción regional). El operativo tipo comando que derivó en el rescate de seis criminales al servicio de la organización criminal brasileña Primer Comando da Capital que se encontraban presos en la cárcel regional de Pedro Juan Caballero, ayer de madrugada, desnudó una serie de irregularidades que se cometieron en el interior del penal y evidenció que los reos contaron con ayuda desde adentro del recinto.
Ayer, el Ministerio de Justicia y Trabajo intervino la prisión y el titular de la cartera de Estado, Humberto Blasco, prometió una exhaustiva investigación y no descarta el cambio del director Catalino Díaz, quien llamativamente no se hizo responsable de la fuga y delegó la culpa al supervisor de guardia.
Uno de los hechos más llamativos es el ingreso de tres prostitutas brasileñas de nombre Luisa de Jesús Vázquez, Giselle Valeria Rocha Nobre y Jacqueline Rodríguez Vázquez al pabellón donde se encontraban los ahora evadidos. Se presume que las mujeres introdujeron las armas con las que sus ocasionales clientes redujeron a los custodios o directamente estos les proveyeron una pistola y una escopeta a los presos.
La revuelta dentro de la cárcel se inició exactamente cuando un grupo de pistoleros en seis vehículos atropellaron a tiros el portón de la cárcel.
Ayer, el Ministerio de Justicia y Trabajo intervino la prisión y el titular de la cartera de Estado, Humberto Blasco, prometió una exhaustiva investigación y no descarta el cambio del director Catalino Díaz, quien llamativamente no se hizo responsable de la fuga y delegó la culpa al supervisor de guardia.
Uno de los hechos más llamativos es el ingreso de tres prostitutas brasileñas de nombre Luisa de Jesús Vázquez, Giselle Valeria Rocha Nobre y Jacqueline Rodríguez Vázquez al pabellón donde se encontraban los ahora evadidos. Se presume que las mujeres introdujeron las armas con las que sus ocasionales clientes redujeron a los custodios o directamente estos les proveyeron una pistola y una escopeta a los presos.
La revuelta dentro de la cárcel se inició exactamente cuando un grupo de pistoleros en seis vehículos atropellaron a tiros el portón de la cárcel.