Un riguroso control de personas impuso la policía en los diferentes accesos al polideportivo, hasta donde solamente podían ingresar los querellantes con sus abogados así como los acusados acompañados de sus sus respectivos defensores.
Entre tanto, en las afueras del reciento, numerosos manifestantes gritaban consignas contra Juan Pío Paiva, dueño del supermercado, y el intendente municipal de Asunción, Enrique Riera, señalándolos como como "los causantes de la tragedia".
Un sobreviviente de la tragedia dijo que decidió no ingresar al polideportivo para "no escuchar pavadas pues sería muy difícil para sus compañeros encontrarse frente a los Paiva.
Más temprano, antes del inicio de la audiencia preliminar, sobre la Avenida Quinta, frente al local donde se desarrolla la audiencia, los manifestantes entregaban a los automovilistas calcomanías con la inscripción Tragedia del Ycuá Bolaños: No al olvido, sí a la justicia.