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"A más de siete meses de la fatídica tardecita del 14 de octubre del 2003, en la cual, en José de Antequera y Castro casi Quechua, Lambaré, a las 18:45, dos desconocidos de sexo masculino, a bordo de una moto tipo Trailer, cumplieron la orden de ejecutar a Diego Miguelángel Alvarez Ruiz, joven de 18 años, estudiante del Colegio Cristo Rey, toda una promesa, ¡mi único hijo! Lloro desconsoladamente su desaparición", dice parte de la carta abierta.
Agrega: "¿Dónde está el estado de derecho que proclaman los políticos, legisladores y gobernantes de turno? ¿Es que vamos a seguir así a expensas del ánimo de cualquier maleante, quien, agazapado y en complicidad con la oscuridad, acecha y mata a gente inocente?".
La escribana explica que inicialmente la investigación estuvo a cargo de la fiscala Mirtha López de Ramírez, de la ciudad de Lambaré, quien fue recusada debido a su falta de diligencia en el tratamiento del caso en fecha y a la vez denunciada por mal desempeño en sus funciones.
Añade que por resolución de la Fiscalía General del Estado Nro 37 del 15 de enero de 2004 se designó al fiscal Juan Claudio para intervenir en la causa penal. Sin embargo, hasta la fecha "las investigaciones de la Policía y de la Fiscalía no avanzan; dan por prioridad a casos como el del padre Rubio, siendo que lo más sagrado que tiene el ser humano es la vida. Y una joven vida de 18 años fue segada por cobardes sicarios llevándose así lo más precioso de mi ser, mi único hijo.
Hoy me pregunto ¿por qué existe tanta celeridad en la atención de un megarrobo y tanta curiosidad sobre un supuesto hecho de corrupción, mientras que la ejecución de mi hijo que es un hecho real, material, ante sus narices, no sensibiliza como lo hace una suposición"?
Cuestiona: "¿Cómo se explica que cuando entre sollozos reclamo las diligencias judiciales y policiales recibo como excusa de la Policía la falta de transporte; si tienen transporte, dicen: Falta de combustible; si tienen combustible, dicen: No hay personal; mientras que en el caso de pai Rubio se cruzan vertiginosamente diligencias y posan ante las cámaras de televisión hasta para informar que el expediente ganó una hoja mas?
Pregunta: "¿Hasta cuándo la mansedumbre de la sociedad paraguaya ante crímenes que no tienen nombre? Tendría que ser uno de los hijos del presidente de la República? o uno de los hijos del presidente del Congreso? o uno de los hijos del presidente de la Corte Suprema de Justicia para que la maquinaria judicial policial se ponga en marcha?".
Concluye señalando: "Como madre paraguaya, no descansaré hasta que la justicia pueda darme cuentas de ese horrendo crimen que no puede, que no debe, quedar impune y que repudia la conciencia de todo hombre decente".
Agrega: "¿Dónde está el estado de derecho que proclaman los políticos, legisladores y gobernantes de turno? ¿Es que vamos a seguir así a expensas del ánimo de cualquier maleante, quien, agazapado y en complicidad con la oscuridad, acecha y mata a gente inocente?".
La escribana explica que inicialmente la investigación estuvo a cargo de la fiscala Mirtha López de Ramírez, de la ciudad de Lambaré, quien fue recusada debido a su falta de diligencia en el tratamiento del caso en fecha y a la vez denunciada por mal desempeño en sus funciones.
Añade que por resolución de la Fiscalía General del Estado Nro 37 del 15 de enero de 2004 se designó al fiscal Juan Claudio para intervenir en la causa penal. Sin embargo, hasta la fecha "las investigaciones de la Policía y de la Fiscalía no avanzan; dan por prioridad a casos como el del padre Rubio, siendo que lo más sagrado que tiene el ser humano es la vida. Y una joven vida de 18 años fue segada por cobardes sicarios llevándose así lo más precioso de mi ser, mi único hijo.
Hoy me pregunto ¿por qué existe tanta celeridad en la atención de un megarrobo y tanta curiosidad sobre un supuesto hecho de corrupción, mientras que la ejecución de mi hijo que es un hecho real, material, ante sus narices, no sensibiliza como lo hace una suposición"?
Cuestiona: "¿Cómo se explica que cuando entre sollozos reclamo las diligencias judiciales y policiales recibo como excusa de la Policía la falta de transporte; si tienen transporte, dicen: Falta de combustible; si tienen combustible, dicen: No hay personal; mientras que en el caso de pai Rubio se cruzan vertiginosamente diligencias y posan ante las cámaras de televisión hasta para informar que el expediente ganó una hoja mas?
Pregunta: "¿Hasta cuándo la mansedumbre de la sociedad paraguaya ante crímenes que no tienen nombre? Tendría que ser uno de los hijos del presidente de la República? o uno de los hijos del presidente del Congreso? o uno de los hijos del presidente de la Corte Suprema de Justicia para que la maquinaria judicial policial se ponga en marcha?".
Concluye señalando: "Como madre paraguaya, no descansaré hasta que la justicia pueda darme cuentas de ese horrendo crimen que no puede, que no debe, quedar impune y que repudia la conciencia de todo hombre decente".