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Uno de los seis soldados de la organización criminal brasileña Primer Comando da Capital (PCC) que fueron rescatados por un grupo de pistoleros de la cárcel de Pedro Juan Caballero, el 3 de mayo pasado, fue recapturado ayer en un condominio de Ponta Porã, Brasil.PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra Redacción Regional). El criminal recapturado fue identificado como Eduardo Romano Costa, pero que operaba en nuestro país con el nombre de "Eduardo Feu Da Silva".
El delincuente fue uno de los pistoleros que perpetraron el atentado a tiros contra el senador liberal Robert Acevedo, el 26 de abril de 2010 en Pedro Juan Caballero, donde murieron el chofer y un custodio del parlamentario.
Agentes de la Policía Civil de Ponta Porã lo sorprendieron en un condominio de un barrio residencial de dicha ciudad.
El brasileño se fugó el 3 de mayo pasado en horas de la madrugada de la penitenciaría regional de Pedro Juan Caballero, al aprovechar un supuesto ataque a tiros de un comando armado del PCC contra los custodios del recinto penitenciario.
Los demás evadidos aquella madrugada fueron los sicarios paraguayos Emiliano Rojas Giménez, otro de los autores del ataque al senador Acevedo, y Francisco Aparecido Segovia, uno de los gatilleros que hirieron de seis balazos al entonces jefe de Tránsito de la Municipalidad de Pedro Juan Caballero, Ramón Cantaluppi Arévalos.
Completan la lista de prófugos los brasileños "Diego de Oliveira Braga", cuyo verdadero nombre sería Elton Ramos Da Silva; "Gustavo Fernández de Oliveira", cuya verdadera identidad sería Wellington Carlos de Oliveira, y Paulo Augusto de Souza.
Buscado en su país
Eduardo Romano Costa, conocido en Paraguay como "Eduardo Feu Da Silva", fue remitido directamente desde su escondite en Ponta Porã a la base policial de Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso do Sul.
El malviviente tenía otra orden de captura en su país por homicidio, además de ser requerido por la justicia paraguaya, dijeron las fuentes.
Pagó por su libertad
Algunos policías que participaron de la operación de recaptura señalaron que el detenido no opuso resistencia y que incluso se mostró sorprendido porque admitió haber pagado a los funcionarios de la cárcel de Pedro Juan Caballero para obtener su libertad. Tras la supuesta fuga, había sido destituido, detenido e imputado el director del penal, Catalino Díaz.
El delincuente fue uno de los pistoleros que perpetraron el atentado a tiros contra el senador liberal Robert Acevedo, el 26 de abril de 2010 en Pedro Juan Caballero, donde murieron el chofer y un custodio del parlamentario.
Agentes de la Policía Civil de Ponta Porã lo sorprendieron en un condominio de un barrio residencial de dicha ciudad.
El brasileño se fugó el 3 de mayo pasado en horas de la madrugada de la penitenciaría regional de Pedro Juan Caballero, al aprovechar un supuesto ataque a tiros de un comando armado del PCC contra los custodios del recinto penitenciario.
Los demás evadidos aquella madrugada fueron los sicarios paraguayos Emiliano Rojas Giménez, otro de los autores del ataque al senador Acevedo, y Francisco Aparecido Segovia, uno de los gatilleros que hirieron de seis balazos al entonces jefe de Tránsito de la Municipalidad de Pedro Juan Caballero, Ramón Cantaluppi Arévalos.
Completan la lista de prófugos los brasileños "Diego de Oliveira Braga", cuyo verdadero nombre sería Elton Ramos Da Silva; "Gustavo Fernández de Oliveira", cuya verdadera identidad sería Wellington Carlos de Oliveira, y Paulo Augusto de Souza.
Buscado en su país
Eduardo Romano Costa, conocido en Paraguay como "Eduardo Feu Da Silva", fue remitido directamente desde su escondite en Ponta Porã a la base policial de Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso do Sul.
El malviviente tenía otra orden de captura en su país por homicidio, además de ser requerido por la justicia paraguaya, dijeron las fuentes.
Pagó por su libertad
Algunos policías que participaron de la operación de recaptura señalaron que el detenido no opuso resistencia y que incluso se mostró sorprendido porque admitió haber pagado a los funcionarios de la cárcel de Pedro Juan Caballero para obtener su libertad. Tras la supuesta fuga, había sido destituido, detenido e imputado el director del penal, Catalino Díaz.