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Para el desarrollo "sin contratiempos" de las actividades del BO, "Afú" reconoció en la entrevista que mantuvo con ABC Color que se había acercado al poder político y a los círculos de decisión del ámbito financiero.
Con este esquema, el BO pudo operar sin mayores problemas hasta principios de 1998, cuando las internas prepresidenciales coloradas polarizaron sectores internos de la ANR que luego desembocaron en intervención y posterior liquidación del banco. Este hecho no solamente se basó en razones verdaderamente financieras, sino también en voraces intereses personales de los mandamases de turno.
El relacionamiento con el poder le proporcionó inicialmente al BO multimillonarios fondos oficiales depositados, en especial del IPS, que en pocos meses -entre 1997 y 1998- saltaron de colocaciones financieras por menos de G. 10.000 millones a más de 100.000 millones, considerando tanto las operaciones en moneda local como en dólares.
Es cierto que no hay evidencias de que durante el período de operación al amparo del relacionamiento con el poder el BO haya trabajado "en negro". Pero también es verdad que "Afú" cayó en los mismos vicios empresariales de los demás banqueros que se "timbearon" los fondos captados -casi todos ellos de origen oficial- en multimillonarios préstamos sin respaldo real otorgados a empresas vinculadas, parientes y prestanombres que pronto se llevaron los fondos depositados.
Este hecho desató que, para cubrir las apariencias y maquillar los balances, se echó manó a las consabidas daciones de pago sobrevaluadas, como ser la entrega de bienes muebles e inmuebles que fueron registrados contablemente en varias veces su valor real.
Como salía dinero y mayormente ingresaban daciones de pago en bienes sobrevaluados no realizables a su valor contable, este círculo vicioso desembocó necesariamente en la iliquidez que "apretó" al BO, por lo que a mediados de 1998, debió recurrir a la red de seguridad bancaria en busca de dinero contante y sonante. Así, las necesidades de efectivo ocasionaron que el BO llegara a deber el equivalente de 19 millones de dólares al BCP, hecho que las antiguas relaciones utilizaron como argumento valedero para la intervención luego que fracasaran las exigencias para que "Afú" continuara con su "diplomática generosidad" (interrumpida por la iliquidez) que le había permitido operar durante muchos años sin mayores sobresaltos legales.
Con la intervención -y posterior liquidación- se desató una verdadera comilona, cuyos antecedentes, causas y consecuencias abordaremos en próximas entregas.
Próxima nota: Los préstamos a la clase política y a los círculos de poder.
Con este esquema, el BO pudo operar sin mayores problemas hasta principios de 1998, cuando las internas prepresidenciales coloradas polarizaron sectores internos de la ANR que luego desembocaron en intervención y posterior liquidación del banco. Este hecho no solamente se basó en razones verdaderamente financieras, sino también en voraces intereses personales de los mandamases de turno.
El relacionamiento con el poder le proporcionó inicialmente al BO multimillonarios fondos oficiales depositados, en especial del IPS, que en pocos meses -entre 1997 y 1998- saltaron de colocaciones financieras por menos de G. 10.000 millones a más de 100.000 millones, considerando tanto las operaciones en moneda local como en dólares.
Es cierto que no hay evidencias de que durante el período de operación al amparo del relacionamiento con el poder el BO haya trabajado "en negro". Pero también es verdad que "Afú" cayó en los mismos vicios empresariales de los demás banqueros que se "timbearon" los fondos captados -casi todos ellos de origen oficial- en multimillonarios préstamos sin respaldo real otorgados a empresas vinculadas, parientes y prestanombres que pronto se llevaron los fondos depositados.
Este hecho desató que, para cubrir las apariencias y maquillar los balances, se echó manó a las consabidas daciones de pago sobrevaluadas, como ser la entrega de bienes muebles e inmuebles que fueron registrados contablemente en varias veces su valor real.
Como salía dinero y mayormente ingresaban daciones de pago en bienes sobrevaluados no realizables a su valor contable, este círculo vicioso desembocó necesariamente en la iliquidez que "apretó" al BO, por lo que a mediados de 1998, debió recurrir a la red de seguridad bancaria en busca de dinero contante y sonante. Así, las necesidades de efectivo ocasionaron que el BO llegara a deber el equivalente de 19 millones de dólares al BCP, hecho que las antiguas relaciones utilizaron como argumento valedero para la intervención luego que fracasaran las exigencias para que "Afú" continuara con su "diplomática generosidad" (interrumpida por la iliquidez) que le había permitido operar durante muchos años sin mayores sobresaltos legales.
Con la intervención -y posterior liquidación- se desató una verdadera comilona, cuyos antecedentes, causas y consecuencias abordaremos en próximas entregas.
Próxima nota: Los préstamos a la clase política y a los círculos de poder.