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Tienen “sed de ética”.
La revista “Time” eligió al papa Francisco como la personalidad del año. Festejó hace pocos días su 77 cumpleaños, invitando a compartirlo con él a personas que viven en la calle.
Vive en austeridad estricta, y declara: “a los inmigrantes y los pobres se los trata como descartables”, hay “gran preocupación por las finanzas de los bancos, pero ninguna por los hambrientos”, “los pocos ricos son cada vez más ricos mientras la mayoría se debilita debido a la deformidad de la economía y las finanzas”.
Habla claro. Llama a “acabar con la tiranía del dinero y la dictadura de una economía sin rostro ni verdadero objetivo humano”, denuncia “el capitalismo salvaje”.
Resalta: “En un mundo donde hay tantas riquezas, tantos recursos para dar de comer a todos, es imposible entender que haya tantos niños que pasan hambre, sin educación, tantos pobres”.
Algunos de los intereses heridos han tratado de descalificarlo. Les contesta: “la ética da fastidio a quien adora el dinero”.
Les ha ido muy mal. Las críticas han sido repudiadas mundialmente. Se ha ganado el cariño universal.
La “sed de ética” aparece por todos lados.
La revista “The Economist”, pro mercado, de gran influencia en las élites mundiales, eligió por primera vez el país del año.
Buscó un país cuyas reformas no solo lo han mejorado, sino que según declara (21/12/13) “emuladas pueden beneficiar al mundo”.
Seleccionó al pequeño Uruguay por sus avanzadas concepciones en varios campos cruciales. Resalta que su presidente José Mujica “es admirable… vive en una humilde vivienda, maneja solo a su trabajo en un pequeño auto y viaja en clase económica”.
Debería agregar a lo que menciona que, entre otros aspectos, Uruguay tenía en el 2006 un 39% de pobres y un 11% de pobreza extrema.
En las presidencias de Tabaré Vásquez y Mujica se redujo la pobreza a 12%, y se eliminó la pobreza extrema.
Hace pocos días, en Asunción, en un seminario internacional sobre “cómo reducir la pobreza extrema”, auspiciado por la Presidencia, y organizado por el ministro de Planificación José Molinas y el autor, en el Banco Central con 800 participantes, el ministro de Desarrollo Social del Uruguay, Daniel Olesker, mostró que esa pobreza, hoy 18% en Paraguay, es derrotable, y Uruguay lo hizo en pocos años.
Reformó el sistema de salud, asegurando cobertura universal de buena calidad a todos.
Se convirtió en líder mundial del programa del MIT “Una computadora por niño”, entregando a toda la población estudiantil del país computadoras, empezando por los niños de los municipios más pobres.
Hay un largo camino por andar en un mundo con la mitad de su población en pobreza y enormes desigualdades, pero hay referentes éticos formidables como el mensaje papal y ejemplos como el del Uruguay.
*Columnista invitado. Su más reciente obra, el best seller “Ética para Empresarios”.